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Almuerzo con la crisis de fondo

Aznar y Rajoy comieron a principios de este mes para analizar la situación económica š Los comités de dirección del partido tratan de manera casi monográfica sobre la crisis. El equipo económico de Génova niega «influencias» exteriores

Almuerzo con la crisis de fondo

Los dos comensales no se ocultaron del resto de clientes del restaurante. De hecho saludaron y estrecharon algunas manos cuando se fueron del mismo tras almorzar juntos. Se trataba de José María Aznar y de Mariano Rajoy. Quedaron a comer en una de las semanas negras para el Gobierno, a principios de mes. Escogieron un restaurante clásico, en la zona de Alberto Alcócer, especializado en comida de temporada, y alejado de los «habitats naturales» de ambos: los aledaños de la calle Génova -donde se encuentra la sede nacional del PP- y de María de Molina, -dirección de FAES-.

A pesar de los altibajos que haya podido tener la relación, ésta se normalizó mucho el pasado verano, cuando Mariano Rajoy pidió reunirse con José María Aznar antes de pronunciar su clásico discurso de clausura del Campus FAES, una prerrogativa que el ex presidente del Gobierno le reserva todos los años. También las reuniones del Patronato de la Fundación-la última, el pasado 21 de diciembre- sirven de punto de encuentro, aunque luego se suceden otras citas, en las que departen mano a mano, y llamadas telefónicas.

Sin salirse del guión

En un momento decisivo también para el primer partido de la oposición, Rajoy necesita recabar cuantas más opiniones posibles sobre la crisis y las distintas maneras de abordarla. De hecho, no se habla de otra cosa en las reuniones del comité de dirección de los lunes, donde el líder del partido acude con un guión escrito, escucha los argumentos de los suyos y levanta la sesión sin que nadie ose incorporar otros asuntos de carácter estratégico como la conveniencia o no de pedir elecciones anticipadas, reclamar a Zapatero una cuestión de confianza o estudiar la presentación de una moción de censura.

Rajoy mantiene también un contacto fluido con otro miembro de la vieja guardia de Génova y «pata negra» como él, el ex vicepresidente y ex ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, asiduo en la sede nacional del partido, donde sigue recogiendo su correspondencia. El nulo «feeling» que el ex secretario general popular mantiene con la actual «número dos» del PP, María Dolores de Cospedal, la compensa con un diálogo franco y claro con el líder popular.

Las relaciones de Rajoy con Rodrigo Rato también han mejorado mucho tras la pelea por el control de Caja Madrid. Sin embargo, en el equipo económico del PP niegan intervenciones «externas» a la hora de diseñar las propuestas económicas, las mismas que el líder popular expondrá el miércoles durante el debate en el Congreso de los diputados. Ya lo dijo ayer Cospedal en estas páginas: «Rajoy ha presentado en más de dos y tres ocasiones un auténtico programa de Gobierno económico muy ambicioso y lo va a volver a hacer la semana que viene».

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