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«Mi trabajo es muy válido, si no Israel no me habría secuestrado»

Ariadna Jové responde a la corresponsal de ABC en Jerusalén sólo horas después de quedar en libertad tras haber sido detenida por una patrulla israelí en Ramala

Ariadna Jové habla por teléfono mientras su compañera se abraza a una amiga a la salida de prisión / AP

Ariadna Jové Martí se encuentra «cansada, aunque contenta», después de haber recuperado la libertad ayer por la tarde, cuarenta horas después de que una patrulla militar israelí la detuviera en Ramala . Ella prefiere hablar de secuestro, porque la sacaron de los Territorios Ocupados, y entiende que haber puesto freno, de momento, a su deportación ya es una victoria. Frente a la playa de Tel Aviv, donde responde por teléfono a ABC, dice que cuenta los días para regresar a Ramala, donde ha dejado a medias una «lucha» que no está dispuesta a abandonar. Ha pasado la noche «casi sin dormir», mirando las noticias que en España han reflejado su situación. Pero «lo más fuerte –dice- fue el secuestro…».

«Estábamos en Ramala durmiendo, y a las dos y medida de la mañana, entre 8 y 9 soldados israelíes invadieron el barrio y entraron en la casa, apuntándonos con el M-16 y con los focos del casco en medio de la oscuridad. Ya cuando les vi por la ventana pensé: «nos ha tocado», porque hacía sólo un mes que se habían llevado a mi compañera Eva, también en una redada en el centro de Ramala. Entonces yo ya me dije que tenía que tener cuidado porque estaba segura de que iba a ser la siguiente… ahora mismo soy la que más antigüedad tiene en el Movimiento de Solidaridad Internacional».

- ¿Qué actividades hacen en Cisjordania para que Israel mande una patrulla a detenerlas en mitad de la noche?

- El movimiento al que pertenezco se formó en 2004, cuando Arafat fue encerrado en la Muqata y nosotros fuimos los primeros escudos humanos. Desde entonces apoyamos cualquier movimiento de carácter no violento que promuevan los comités de Resistencia Popular, particularmente en Bi´lin y Ni´ilin, donde he participado en los últimos años en todas las manifestaciones que se han celebrado contra el muro del apartheid, que ha robado el 60 por ciento de la tierra de ese pueblo. En Nablús, por ejemplo, también acompañamos a los palestinos durante la recogida de la aceituna para evitar que los colonos les ataquen, como también ocurre en Hebrón. Ayudamos a la resistencia popular en temas legales: sólo en las manifestaciones de Ni´ilin ha habido 112 arrestados en un año y medio, y les apoyamos haciendo de intermediarios con las familias, con los abogados, presionando junto a otras organizaciones internacionales o israelíes, como Anarquistas contra el Muro, en las Cortes militares. Y por lo que se ve, estamos haciendo las cosas bien…

- La versión de los mandos del Ejército de Israel es que ustedes no son pacíficos, que empiezan con pancartas, pero acaban tirando piedras.

-Eso es lo que dicen siempre, pero sólo en Ni´ilin, desde mayo de 2008, ha habido cinco palestinos asesinados. Ahí queda claro quiénes son los agresivos y quiénes las víctimas.

- ¿Cómo va sin la documentación en regla en mitad de Oriente Próximo, en el corazón de Cisjordania?

- Yo entré por última vez el 10 de agosto y tenía un visado de turista de 3 meses. Cuando la visa expiró, intenté conseguir cita en el Ministerio del Interior de Israel para renovarla…, mi compañera Bridgitte Chappell tenía la suya para el 3 de marzo. Pero nosotras estábamos en los Territorios Ocupados, no en Israel. Que Israel fuera hasta Ramala para secuestrarnos remarca lo voraz de su ocupación. Encima, lo paradójico ahora es que me sacaron de allí porque no tenía visado, y ahora me dejan en Israel con prohibición de entrar a Palestina…

- ¿Cuánto puede prolongarse esta situación?

- Hay dos procesos paralelos, uno administrativo que tiene que ver con mi deportación, y otro más de carácter política, en el que se está viendo la ilegalidad de las incursiones israelíes en Ramala. No sé para cuánto tiempo va a ir todo esto, pero sí que mis abogados van a intentar luchar para que yo pueda regresar cuanto antes a Ramala.

- ¿No teme represalias ahora que su caso es tan conocido?

- Represalias las hemos tenido siempre, las he notado desde que estoy aquí. El trabajo que hago es muy válido, si no Israel no tendría tanto interés y no habría venido a secuestrarnos. Además he dejado cosas a medias a nivel político, pero también a nivel personal porque tengo mucha implicación con esta lucha…. Espero que el juez me permita volver enseguida al pie del cañón.

- ¿Cree que los tribunales israelíes ratificarán que su detención fue ilegal, que el Ministerio de Interior israelí no tiene autoridad en Ramala y que su experiencia, por tanto, habrá servido para algo?

- Ya ha servido para algo. Ya hay una pequeña victoria, y es que con todo este revuelo se ha conseguido una mirada hacia Palestina. A la vez, la incursión militar israelí no ha logrado su objetivo de deportarme, ahí les hemos puesto un punto de freno. Yo creí que me enviaban a casa… pero aquí estoy, supercontenta y con la seguridad de que lucharemos al máximo.

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