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Carmen Thyssen: «No me he planteado ampliar la cesión de mi colección»

Carmen Thyssen: «No me he planteado ampliar la cesión de mi colección»

Si hay una palabra que defina lo ocurrido ayer en torno a la reunión que mantuvieron la ministra de Cultura y la baronesa Thyssen en el Ministerio, ésa es, sin duda, surrealista. Durante todo el día, tanto Museo Thyssen como Cultura daban la callada por respuesta... cuando cogían los teléfonos, claro, que no fue ayer muy a menudo que digamos. Desde la pinacoteca mantenían que no sabían nada de nada, pues este asunto, advierten, no es competencia del museo, sino un asunto que lleva personalmente la baronesa con el Ministerio. Decisión cuanto menos sorprendente.

Basta recordarle al Museo Thyssen que la colección de la baronesa cuelga en sus salas y que se hizo una ambiciosa ampliación especialmente para acoger la colección Carmen Thyssen. Es más, está previsto que este mismo mes se fusionen las colecciones del barón y la de la baronesa. Algo tendrán que ver, pues, el museo y su Patronato en la negociación de la colección Carmen Thyssen, cuyo hipotético alquiler se pagaría con dinero público. El director artístico del museo, Guillermo Solana, decía a ABC que no sabía siquiera que se iba a celebrar ayer dicha reunión.

Por parte del Ministerio, más mutismo aún. Tan sólo una llamada por la tarde diciendo que no tenían nada que decir. Se nos informa de que fue una reunión privada. ¿Cómo puede ser privada una reunión en el Ministerio? A última hora de la tarde ABC logra hablar con la baronesa Thyssen, única en ponerse al teléfono. Se agradece. Pero la explicación que nos da acerca de la reunión nos sorprende aún más si cabe. Dicen que la capacidad de sorpresa de un periodista debe ser ilimitada. Ayer lo pudimos comprobar.

¿No ha partido de usted la propuesta de ampliar la cesión que hizo al Estado por 11 años de su colección? «No, ni de mí, ni de mis abogados, que están furiosos. Si hubiera sido una idea de ellos, me lo habrían dicho, hubiera sido la primera en saberlo. Es que ni siquiera me lo han pedido». Tampoco entiende cómo se ha barajado una cifra del hipotético alquiler de la colección (10 millones anuales), ni un número de cuadros (240), «cuando aún no me han propuesto nada, ni siquiera la lista de los cuadros que les interesan. No entiendo nada». Nosotros tampoco, baronesa.

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