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El PP amplía la brecha con el PSOE y se sitúa a 3,8 puntos antes del «pensionazo»

En el «jueves negro» del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no faltó el varapalo de las encuestas, que reflejan la caída del PSOE desde hace ya varios meses. En este caso fue el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), elaborado entre el 9 y el 21 de enero, que muestra una grieta un poco más profunda entre el PP y el PSOE, aunque sin llegar a los cinco puntos de diferencia que han pronosticado otros sondeos. Si las elecciones generales se hubieran celebrado a mediados de enero, el PP sería el partido ganador con el 40 por ciento de los votos, frente al 36,2 por ciento del PSOE. Es decir, 3,8 puntos de ventaja, cinco décimas más que en el anterior barómetro político del CIS, realizado en octubre, que suponen un nuevo castigo al Ejecutivo de Zapatero ante la crisis económica y los datos del paro, que ya supera los cuatro millones de desempleados. Y eso que las entrevistas se realizaron antes del «pensionazo» y de los últimos bandazos del Gobierno socialista, cuando la alarma social aún no se había disparado por los planes descubiertos del Ejecutivo.

La ventaja entre el PP y el PSOE aumenta, pero los dos partidos caen en estimación de voto. El PP pasa del 41 al 40 por ciento, mientras que el PSOE pierde un punto y medio, desde el 37,7 por ciento que registró hace tres meses. Un dato que ha servido de consuelo a los socialistas, al interpretar que el electorado castiga a los dos partidos.

Entre el resto de las formaciones políticas, destaca la subida de Izquierda Unida, que logra una estimación de voto del 6,1 por ciento, frente al 4,7 por ciento del barómetro anterior. La coalición de Cayo Lara y Gaspar Llamazares se beneficiaría así del desencanto de la izquierda con Zapatero y el PSOE, si bien los expertos en demoscopia coinciden en señalar que en el momento de la verdad, cuando el ciudadano tenga que depositar el voto en la urna, funcionará el «voto útil», y el porcentaje de IU se verá reducido considerablemente, a favor del PSOE.

Otro partido que se beneficia en las encuestas del ligero retroceso de los grandes es UPyD, la formación de Rosa Díez, que llegaría ya al 4,4 por ciento en estimación de voto, siete décimas más que en el barómetro de octubre.

En su conjunto, el estudio del CIS refleja a las claras el malestar de los ciudadanos hacia la política del Gobierno de Zapatero. El presidente del Gobierno cae a su valoración más baja desde que llegó a La Moncloa, y se sitúa por primera vez por debajo del 4. En concreto se queda en 3,98 y pierde el primer puesto en valoración de líderes, que ahora encabeza Rosa Díez, con un 4,08. Mariano Rajoy tampoco levanta cabeza en esta lista, donde siempre suele salir castigado por la puntuación muy negativa que le otorgan los simpatizantes nacionalistas. El presidente del PP alcanza una nota de 3,50.

Desconfianza general

La confianza de los españoles hacia el Gobierno está por los suelos y se derrumba al mismo tiempo que la economía. Siete de cada diez ciudadanos (71,1 por ciento) tienen poca o ninguna confianza hacia Zapatero, si bien Rajoy sale aún peor: el 76,6 por ciento no confía en él.

Un mes más, el paro bate su propia marca en la lista de preocupaciones de los ciudadanos. Ya es el principal problema para el 82,7 por ciento, récord de la última década. Para buscar un precedente parecido hay que remontarse a octubre de 1997, cuando lo citaba como primer problema el 85,3 por ciento de los entrevistados por el CIS.

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