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Yo, Bolívar Rey

Llegué a Venezuela por primera vez en el momento en que el presidente de la República, Carlos Andrés Pérez, «el hombre que camina», nacionalizaba el petróleo. Julio de 1976. La noticia firme era un rumor extendido por el propio gobierno venezolano desde hacía unos meses. ... En todos los circuitos financieros, empresariales, sindicales, periodísticos, universitarios y culturales se discutía sobre la medida «histórica» con demasiada altivez nacionalista y siempre en torno a una botella de Old Parr y «pasapalos» para cada comensal y «conversador». Incluso en la llamada República del Este, en Sabana Grande, «heterodoxa y libre» por oposición geográfica al Palacio de Miraflores de Caracas, los intelectuales afectos al trago cotidiano no dejaban la fiesta en paz: Venezuela era rica y podía hacer con el petróleo, que también era suyo, lo que le diera la gana. O sea, CAP tenía sus razones.

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