«Yo soy «El Rafita»», le espetó al juez antes de que le dejara libre
ANTENA3 «El Rafita», en una imagen de televisión
Martes , 26-01-10
Yo soy «El Rafita», señor juez». Así se presentó el susodicho ante el responsable del juzgado de Instrucción número 33 de Plaza de Castilla el pasado domingo. Para dejarle claro su identidad, por si tenía alguna duda. O, para que supiera con exactitud a quien tenía delante y cual era su trayectoria.
No era la primera vez que empleaba esa actitud prepotente y chulesca. Ya lo hizo en junio en Málaga, con la Policía que le detuvo por robar un ordenador en un piso del mismo edificio en el que cumplía la medida de libertad vigilada que finaliza el 25 de junio. El detenido, Rafael García Fernández, de 22 años, uno de los cuatro condenados por retener, violar, atropellar y quemar viva a Sandra Palo cuando tenía 14, no tenía porqué decirlo.
En primer lugar, porque su participación a los 14 años en el brutal asesinato de la infortunada joven, ocurrido el 17 de mayo de 2003, no consta en ningún lugar, tal y como establece la Ley de Responsabilidad Penal del Menor. Y no figurará nunca por el carácter de reinserción que persigue.
Y, por otro, porque en el atestado policial que le llevó ante el juez, sólo figuraba su última infracción: la tentativa de robo con fuerza de un coche el sábado, con otros tres sujetos, y no los otros dos robos con fuerza realizados en Málaga en junio y en Alcorcón en diciembre. Estos tres son los antecedentes penales que tiene como adulto, y que suponen cada uno de ellos, el quebrantamiento de la libertad vigilada que, sobre el papel, cumple. El juez de guardia ordenó la libertad con cargos de todo el grupo, entre ellos, de su hermano, Eduardo, de 24 años, conocido como «Buba», que ha sido detenido en 25 ocasiones.

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