Jiménez respalda a la OMS y considera que «actuó correctamente»

"No podemos perder de vista la realidad de que existía un virus nuevo y existía incertidumbre sobre su comportamiento, su tratamiento y (que estaba) extendido por todos los países", ha subrayado al ser preguntada por las declaraciones del presidente de la comisión de Salud del Consejo de Europa en las que acusa a la OMS de exagerar la pandemia para favorecer a las farmacéuticas.

La ministra española ha abogado por "esperar" a conocer las conclusiones de las investigaciones que preparan tanto el Consejo de Europa como la propia OMS, pero ha insistido en que "existía una enfermedad, existía un virus y existía una pandemia". Al mes de la primera señal de alarma, la gripe A estaba extendida por 62 Estados y registraba una tasa de letalidad del 6% en países como México, ha explicado.

Respecto al comportamiento de España y otros países europeos, la titular de Sanidad ha defendido que se limitaron a "seguir las recomendaciones" llegadas desde el organismo internacional, algo a lo que les "obliga" el reglamento sanitario internacional.

En España se han producido "en torno a 300" fallecimientos cuya causa directa ha sido el virus y cerca del 30% de la población "ha podido pasar" la enfermedad, aunque sea de manera "muy leve", ha apuntado Jiménez, que ha apuntado que se han administrado 3 millones de vacunas aproximadamente.

Por ello ha rechazado "rotundamente" que hayan pesado los intereses de las farmacéuticas en el número de vacunas que España ha adquirido y ha sostenido que la decisión de reservar dosis para el 30% de la población es la misma que se aplica a la gripe estacional.

"Las autoridades nunca tuvimos contacto con empresas farmacéuticas más que los obligados para firmar los contratos relativos a la reserva de vacunas. Las autoridades españolas actuamos con corrección y proporcionalidad a la situación que estábamos viviendo", ha resumido.

El director adjunto de la OMS, Keiji Fukuda, también se ha defendido de las críticas y ha asegurado que los niños que han fallecido por ella son tres veces más que los que han muerto por la gripe estacional. Durante una audiencia pública celebrada esta mañana por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa bajo el título 'La gestión de la pandemia H1N1: ¿hace falta más transparencia?', Fukuda ha reconocido que "nuestra respuesta no ha sido perfecta", pero ha añadido que la OMS tiene que "impedir que miles de personas mueran".

Las tesis de Fukuda han sido respaldas por el miembro del grupo de fabricantes europeos de vacunas Luc Hessel, quien ha señalado que por primera vez en la historia las vacunas "existían poco después de declararse la pandemia", gracias al "esfuerzo" de la industria y a la experiencia de la investigación durante 60 años.

El parlamentario y médico alemán Wolfang Wodarg ha criticado duramente el cambio de definición de pandemia que la OMS realizó el año pasado, así como la relación existente entre esta organización y las empresas privadas.

Para Wodarg, los niños "han sido vacunados inútilmente" con vacunas que sólo han sido probadas con adultos y ha alertado del riesgo de casos de cáncer en algunos de esos menores, debido a la célula cancerígena que -ha asegurado el diputado alemán- contiene una de las proteínas de la vacuna Optaflu de Novartis.

El director del Centro de colaboración de la OMS para las epidemias en el Instituto de Epidemiología de la Universidad de Münster, Ulrich Keil, ha apoyado los argumentos de Wodarg y aseguró que la gente mayor no se infecta del virus H1N1, porque éste ya existía hace 40 años. Keil ha afirmado que soldados estadounidenses volvieron de la guerra de Vietnam con la gripe porcina asiática, que era la misma que la gripe A, pero Fukuda ha negado esa afirmación y ha asegurado que el virus N1H1 "no se había visto antes" y tiene genes de la gripe porcina, aviar y humana.