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Los inmigrantes empadronados superan en un millón a los que tienen residencia legal

No todos son los irregulares pero hay nacionalidades como los bolivianos en los que sólo el 37% tiene papeles_ Cataluña lidera la concentración de extranjeros en España

Los inmigrantes empadronados superan en un millón a los que tienen residencia legal

«Los ayuntamientos incorporarán al padrón a los extranjeros que tengan su domicilio habitual en el municipio y mantendrán actualizada la información relativa a los mismos». Es lo que dice el artículo 6 de la recién reformada ley de Derechos y Libertades de los Extranjeros. Ni un requisito más pese al empeño del Ayuntamiento barcelonés de Vic; ni legales ni irregulares, no hay especificaciones. Con esa inscripción en el padrón, según la misma ley, los extranjeros tienen derecho «a la asistencia sanitaria en las mismas condiciones que los españoles» y a la educación, donde ni siquiera se menciona la obligación de empadronamiento, aunque en la práctica sea imprescindible.

Pero no es sólo la Ley de Extranjería la que reconoce este derecho: el artículo 15 de la Ley de bases de régimen local establece que el ciudadano tiene la obligación de empadronarse y el Ayuntamiento ha de facilitarle el camino. Tampoco aquí se piden «los papeles».

El recurrente debate sobre el padrón y la ilegalidad ha vuelto con más fuerza que nunca gracias a la crisis, y con él las cifras que no encajan. El número de extranjeros empadronados a 1 de enero de 2009, las únicas disponibles hasta hoy, era de 5.598.691 personas, lo que representaba un 12 por ciento del total de población inscrita. En esa misma fecha el número de extranjeros con certificado o tarjeta de residencia en vigor era de 4.473.499 personas, es decir, 1.125.192 menos.

¿Significa que de nuevo hay más de un millón de extranjeros en situación irregular? Según los expertos, «no se puede inferir directamente», aunque sí hay una enorme bolsa de irregularidad, a la que hay que unir los permisos que se encuentran en trámite, más los errores en el padrón (duplicidades) o las bajas que aún no se han hecho efectivas, entre otras desviaciones.

En casos concretos, como el de los bolivianos, la diferencia es casi un abismo: 85.427 permisos de residencia en vigor, en la fecha mencionada, frente a 227.145 personas de esa nacionalidad empadronadas. Los residentes legales representaban menos del 37 por ciento del total.

Flujos rápidos y sin control

«La explicación deberíamos encontrarla en el rápido y reciente crecimiento de esta comunidad, cuya entrada tuvo un componente de irregularidad muy notable», sostienen los profesores de la Autónoma de Barcelona Andreu Domingo y Joaquín Recaño en el «Anuario de la Inmigración en España» de 2009, publicado la semana pasada. La brecha estadística resulta más que llamativa sobre todo tras un proceso extraordinario de regularización como el llevado a cabo en 2005.

Con el padrón, Cataluña lidera un año más la concentración de población extranjera en España, con 1.184.182 extranjeros, el 21,1 del total de residentes, seguida por Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía. Quizá ese argumento de muchedumbre sea el que ha guiado a Vic, aunque a la espera del informe de la Abogacía del Estado, todo apunta a que es una batalla municipal perdida.

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