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Mills, estrella de patinaje

Sin ninguna caída y contra todos los pronósticos, Heather Mills, la ex de Paul McCartney, ha pasado a la siguiente ronda de «Dancing on Ice», un concurso de patinaje sobre hielo para famosos emitido por la cadena británica ITV. Con sólo una pierna, pues la otra la perdió en un accidente de tráfico, Mills ha aprendido a desplazarse con cierta destreza sobre la pista helada. «Soy una masoquista», asegura.

En la primera emisión del concurso, el domingo pasado por la noche, Mills quedó tercera, pero ya los fans de McCartney se han comenzado a movilizar para que el público vote echarla en la siguiente ronda de mañana. Como retándoles a todos ellos, la patinadora ha aparecido con una imagen mucho más frívola de la que cultivaba cuando estaba con el antiguo Beatle, luciendo un vestido mínimo cuya parte superior apenas actuaba de sujetador.

Acostumbrada a lesiones

En cualquier caso, prueba superada. «Di ocho lecciones y entonces me tuve que quedar en la cama diez días tras una mala caída y casi tengo que abandonar; pero estoy acostumbrada a las lesiones, así que sé cómo superarlas», ha dicho en la web del programa.

Precisa que no puede arriesgar en exceso, porque «si me rompiera una pierna, perdería la única que tengo».

«Obviamente no puedo doblar la pierna igual que otros patinadores y hay cosas que no sé hacer tan bien como otros, pero mi corazón es fuerte y el impulso me sale fácil», sigue explicando Mills. «He estado a punto de morir cuatro veces y eso me ha hecho querer centrarme en el presente y probarlo todo. Así que cuando mi hermana me preguntó qué quería por mi cumpleaños y por Navidad, le dije que me gustaría saltar en paracaídas y conducir un coche de carreras. He hecho el salto con fines humanitarios y fue increíble; aunque me dio miedo... ¡fue un poco más fácil que el patinaje!».

Jonathan Ross deja la BBC

Si la televisión británica tiene ahora en Heather Mills un nuevo fichaje para el circuito de sus shows, por otro lado ha perdido uno de sus presentadores más cotizados y más polémicos: Jonathan Ross.

Después de trece años en la BBC, Ross ha decidido no renovar su contrato y probablemente probará suerte en Estados Unidos.

La pasada temporada, Ross había tenido que suspender uno de sus programas por la polémica a raíz de una broma pesada, de contenido sexual, que alcanzó altas cotas de escándalo dentro de la pública. También había sido cuestionado por lo que cobraba (casi 20 millones de euros para él y su productora por tres años).

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