«La fusión de Caja España y Duero es un ejemplo para todos y una alternativa para nosotros»
-La Junta les pidió el jueves públicamente a ustedes y a Caja Segovia que se sumaran a la fusión de Caja España y Caja Duero. ¿Cómo recoge esta recomendación?
-Existe un maremagnum de opiniones con la mejor voluntad del mundo y con el ... ánimo de «bienaconsejar», pero la clave está en los consejos de administración y en los servicios técnicos de la Caja. Son ellos los que deben evaluar las propuestas que se pueden presentar para tomar una decisión con el máximo rigor e interés para la provincia. Si se busca el bien de Ávila o de Segovia será bueno también para Castilla y León.
-¿Pero es posible que se sumen a este proceso?
-Todo es posible. Hay que partir de la premisa de que se fusionen y aún les queda mucho para ello. Además, hay un periodo transitorio y no sé cómo se podría encajar una posible integración en forma de SIP (Sistema Institucional de Protección) con la nueva Caja. Todo eso es estudiable. No se descarta nada y es una alternativa más para nosotros. Es cierto que con gente de casa se podría tener más facilidad de acercamiento, aunque otras veces es más díficil ser profeta en tu tierra. También tenemos el interés por nuestra región y ese posible veto al que se ha capacitado a la Junta con operaciones con cajas de fuera. En este sentido, nosotros somos siempre respetuosos con las instituciones.
-¿Cuál es su opinión de ese acuerdo para la fusión de las dos entidades con más tamaño de Castilla y León?
-Me parece muy bien. Ya hablé el lunes con los dos presidentes a la vez sobre el camino que estaban llevando a cabo. Todos sabemos las dificultades que trae consigo tomar una decisión de esta trascendencia. Sobre todo cuando se trata de dos cajas muy equilibradas que representan a una parte muy sensible de la Comunidad. Estoy encantado de que hayan llegado a un acuerdo, les felicito, y así se lo he hecho saber. Desde esta filosofía de la consolidación que trae el siglo XXI han sido un buen ejemplo para todos, para nosotros y para otras cajas de España. Todos hemos estado pendientes de cómo se iba consumando una operación que, al tratarse de una fusión, tiene una trascendencia mayor que otras figuras, -como el SIP de Caja de Burgos para crear la Banca Cívica- que pueden ser más descafeinadas.
-¿Qué plazos maneja Caja de Ávila para tomar algún tipo de decisión?
-Siempre he marcado los ritmos en función de la máxima profesionalidad, sin dejar para mañana lo que se pueda hacer hoy. No hay calendario para tomar una decisión, aunque tampoco se puede demorar demasiado.
-Entonces, habrá algún movimiento.
-Caja de Ávila puede seguir perfectamente caminando sola, pero la reconversión financiera es recomendable porque no estamos ya ni en el sigo XIX ni el XX. Los tiempos hacen que haya necesidad de un fortalecimiento, pero sin ese agobio que a veces se propicia.
-En todo caso, Caja de Ávila parece renunciar a una fusión y sólo se plantea algún tipo de integración.
-No está definido nada, pero están marcadas unas pautas, que verían bien el Consejo y la Asamblea, de mantenernos en la línea del SIP, de la integración, más que una fusión que hace más difícil mantener la marca y la identidad. Para una provincia pequeña como la nuestra eso es clave. Ávila es un don de la Caja y la Caja también es un don de la provincia
-¿Siempre de la mano de Caja Segovia?
-Con Caja Segovia hay una relación muy fluida. Somos dos niñas bonitas que solas tampoco podemos hacer un camino. El Banco de España está encantado con que vayamos de la mano, pero nos dicen que busquemos una compañía a mayores.
-La Federación Regional de Cajas de Ahorros que usted preside desde abril ha visto reducida su actividad ¿A qué es debido?
-Es cierto que igual el año pasado había una reunión cada mes, pero la razón era el estudio de la posible integración de las cinco o seis cajas con todo el proceso llevado a cabo por los asesores. Por ello, había una necesidad de encontrarnos para decir lo que se estaba haciendo, por dónde íbamos, cómo se pensaba avanzar, los pros y los contras... Aquello terminó como terminó en febrero del año pasado y la Federación tenía que seguir adelante con otras competencias. Su trabajo lo lleva realmente Madrigal, que se sigue reuniendo con normalidad. Así ocurrió hace pocas semanas cuando rematamos un acuerdo con Aciturri. Ahora, a finales de este mismo mes tendremos otro encuentro para seguir avanzando en lo que es la ampliación de capital de este empresa, con otros quince millones de euros. El resto que nos queda para este año, unos 20 millones, se destinarán para estar al lado de empresas que desde la Federación se entienda que son de interés regional.
-¿El hecho de que las relaciones entre algunos presidentes (en especial el de Caja de Burgos con los de Caja Duero y Caja España y viceversa) explica también que haya menos reuniones?
-Insisto en que en Madrigal estamos todos y hay una relación fluida. Lo que pueda haber habido, que no dejan de ser diferencias institucionales trasladadas a nivel personal, no tiene mayor trascendencia.
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