El Parlamento vasco acaba una década después con las ayudas a presos etarras

La mayoría absoluta de PSE-PP, que garantiza la estabilidad política del Ejecutivo de Patxi López, permitió que el Pleno del Parlamento vasco aprobara ayer por primera vez en una década unos Presupuestos que dejan fuera las ayudas a los familiares de los presos etarras y la financiación de estructuras típicamente nacionalistas como Udalbiltza -Asociación de Electos Municipales nacida en el Pacto de Estella con ETA-. Además, las nuevas cuentas ponen límites a la red de «euskoembajadas» creada por Ibarretxe.

La entente entre socialistas y populares vascos funciona al margen de las trifulcas que ambas formaciones políticas protagonizan a nivel nacional. Hace días sellaron un pacto para los Presupuestos de 2010 y ayer quedaron aprobados sin sorpresas, con el apoyo del representante de UPyD. Y ello pese a la batería de enmiendas lanzadas por los grupos de la oposición. Al final, el PNV se abstuvo mientras que EA, Aralar y EB votaron en contra.

Las fuerzas nacionalistas estaban empeñadas en no romper una tradición que puso en marcha hace una década el Ejecutivo de Ibarretxe, en un contexto de aproximación con ETA-Batasuna que propició el Pacto de Estella. Éste al final se rompió, pero Ibarretxe, en minoría parlamentaria, necesitó reiteradamente los apoyos de Batasuna, como se comprobó cuando la coalición de Otegi le tuvo que prestar tres votos hipotecados para sacar adelante en la Cámara de Vitoria el plan soberanista. O cuando las «nekanes» del PCTV le concedieron otros tres para ser investido lendakari en la anterior legislatura.

Tal fue la tenacidad mostrada por Ibarretxe, que dejó a su sucesor en Ajuria Enea unos presupuestos con más ayudas para los familiares de los reclusos etarras. Herencia que el Ejecutivo de Patxi López ha venido arrastrando como una losa durante meses, y de la que se liberó ayer, aprobadas las nuevas cuentas.

El conseguidor Azkárraga

El artífice de esta política de «generosidad» hacia aquellos que cumplen condenas por sus numerosos crímenes y que no han mostrado síntoma alguno de arrepentimiento fue el consejero de Justicia de Ibarretxe, Joseba Azkárraga. Para 2009, Azkárraga concedió a los familiares de los presos una partida de 225.000 euros, un tres por ciento más que en el año anterior. Etxerat, la asociación del MLNV que ampara a estos familiares, nunca ha condenado el terrorismo e incluso algunos de sus portavoces han lanzado amenazas contra los representantes políticos, especialmente los del PSE y PP por defender la dispersión.

Las ayudas a los familiares de los presos etarras han sido dura y reiteradamente criticadas por las asociaciones de víctimas del terrorismo que, con los nuevos Presupuestos vascos, ven resarcida su dignidad.

Las cuentas aprobadas ayer con la mayoría de PSE y PP dejan fuera también las partidas destinadas a subvencionar actividades de «Udalbiltza», la Asociación de Electos Municipales, todos ellos nacionalistas y abertzales, que fue constituida tras el Pacto de Estella con vocación de convertirse en hipotética «asamblea constituyente», embrión de un futuro estado vasco independiente. Resultaba paradójico que el Parlamento vasco diera luz verde para subvencionar una institución consensuada con ETA que, precisamente, pretendía suplantarla desde la ilegalidad.

Los Presupuestos buscan también poner orden en la red de «euskoembajadas» creada en gran parte por Ibarretxe para «vender» su plan soberanista en el exterior: Bruselas, París, México, Buenos Aires, Santiago de Chile, Bogotá, Caracas, Berlín, Londres, varias en Estados Unidos y...¡Madrid!. Tras heredar este «aparato internacional», López adelantó que acometería una reforma a fondo para reconvertirlas en delegaciones comerciales, y que dejaran así de actuar como centros de propaganda nacionalista y adoctrinamiento.