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ABC Cultural

Las amargas lágrimas del impostor

JAVIER CORTIJO

De todos los lances pictóricos, el autorretrato es el más arriesgado. No debe ser sencillo mirarse sin miramientos al espejo y luego, en un escorzo de rebote, volcar el reflejo en un lienzo. Pues si tal doble mortal es chungo, no digamos cuando ... la auténtica identidad del implicado lleva escondida y fosilizada a cientos de kilómetros de distancia desde hace sesenta años, y lo que presenciamos sobre fondo blanco es un boceto nublado y autofalsificado pero dibujado con el pulso de acero de los impostores requeteconvencidos. Superad eso, Freud y Dorian Gray.

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