El portavoz de los piratas desvela los entresijos del caso: se pagó el rescate hace dos semanas, han pactado no atacar a más barcos españoles y se enteraron por la radio de la captura de sus dos compañeros
«¡El periodista español! ¿Pero qué quieres ahora, si ya los hemos soltado?», decía riéndose ayer por la tarde, visiblemente de buen humor, el portavoz de los piratas, llamado Jama. Es uno de los jefes, el que anunció a «El Correo» el acuerdo para la liberación de los rehenes el pasado jueves. Tras rechazar nuevas comunicaciones en los días siguientes, se muestra mucho más relajado ahora que ha pasado todo. Salvo al hablar del dinero. «¡Sólo me preguntas de eso y no te voy a decir nada, es un secreto!», insiste. Únicamente tacha de «mentira» la cifra que manejan algunas fuentes de cuatro millones de dólares (2,6 millones de euros). Tampoco revela si hay un solo jefe, cuántos son o detalles sobre la banda. Sólo dice que en su grupo son quince. Pero sobre lo demás está dispuesto a charlar un rato.
Lo primero es saber si han tratado bien a la tripulación y asegura que sí. «No les hemos pegado, eso es mentira, les hemos tratado bien. Han tenido comida, la que traían ellos, bebida y se han podido lavar, no ha habido problema. Les hemos tratado mucho mejor que a otras tripulaciones». Es aquí donde surge la pregunta sobre los tres rehenes llevados a tierra y las amenazas de muerte: «Nooo, noo, eso era mentira», dice desdramatizando. «Toda la tripulación ha estado siempre en el barco, mentimos para presionar al Gobierno español, porque queríamos que trajeran a los dos chicos, no era verdad». De confirmarse esto, se explicaría la confusión que siempre ha rodeado el tema de los tres rehenes. Del mismo modo, el portavoz afirma que pedían a los marineros que enfatizaran su sufrimiento en las llamadas a casa, siempre con el objetivo de crear presión sobre el Gobierno español.
Hacer «ruido»
El regreso de los dos detenidos en España se convirtió en el gran obstáculo para la liberación una vez pagado el rescate. Según Jama, eso fue «hace dos semanas». Con el asunto del dinero resuelto, los piratas presionaron sobre sus dos compañeros y recurrieron a la amenazas y las llamadas a las familias para que hicieran «ruido». «Lo hacemos siempre, las amenazas de muerte, decir que llevamos rehenes a tierra...», cuenta.
Sobre los dos detenidos afirma que son simplemente «un estudiante y un granjero» que hace poco quisieron empezar la vida en el mar. En cuanto a la captura confiesa que no se enteraron, pues fue de noche. Lo supieron al día siguiente cuando se difundió la noticia por la radio, la BBC en somalí, la emisora que escuchan todos los piratas.
Jama empieza a cansarse de la charla. ¿Volverán a secuestrar un barco español? «No, eso se ha terminado. Tienen que volver los dos chicos de España y se lo hemos prometido al embajador (Nicolás Martín Cinto, el embajador español en Kenia)». Eso también forma parte del pacto.

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