El «indulto» a Boabdil

El alcalde de Canillas de Aceituno, el socialista José Manuel Aranda, ha manifestado que las cadenas «representan un elemento de confrontación que ya pertenece a épocas pasadas» y aseguró que la medida no implica cambiar la historia porque, según manifestó, el emblema actual del municipio no es un símbolo histórico, sino un escudo heráldico que fue aprobado a finales de la década de los ochenta, a igual que otros ayuntamientos de la comarca.

El presidente del PP local y portavoz de este partido en el Consistorio, Vicente Campos, no comparte esta opinión y considera que la iniciativa conlleva «borrar la historia» y aseguró que «Canillas del Aceituno tiene problemas más urgentes que solucionar que una cuestión anecdótica».

«Hemos decidido no continuar con un símbolo de esclavitud, de connotaciones racistas que viene sólo a ahondar en la lucha del dominio entre razas, sin sentido en una nueva generación libre», declaró Aranda, un argumento que rebatió Campos al asegurar que «votar en contra de retirar las cadenas no es estar a favor de la esclavitud». El portavoz popular adujo que su negativa al cambio en el escudo también está fundamentada por motivos económicos ya que «supondrá cambiar todos los letreros de las calles, los sellos del Ayuntamiento o los folios con el membrete oficial». «¿Se les ha explicado esto a los ciudadanos?», preguntó.

Batalla de Lucena

El distintivo heráldico de Canillas de Aceituino tiene como modelo el escudo de la Casa de los Fernández de Córdova. La figura del rey Boabdil encadenado corresponde al escudo de armas de los marqueses de Comares, cuyo primer marqués, Diego Fernández de Córdova, fue uno de los señores que en 1483 participó en la batalla de Lucena, haciendo prisionero al rey de Granada.

Canillas de Aceituno no ha sido el único municipio en poner en marcha esta iniciativa. El primero fue el de Sedella, cuyo alcalde, Francisco Gálvez, la llevó a cabo en 2003, tras lo que manifestó que «después de 500 años encadenado, ya era hora de soltarlo». La alcaldesa de Archez, Amalia Jiménez, ha mostrado la intención de seguir sus pasos y ha declarado que llevara el asunto al pleno. En el lado opuesto se encuentran los regidores de las localidades de Sayalonga y Comares. El primero, que ayer dejó su cargo al ser condenado por prevaricación, manifestó con anterioridad que era una cuestión que no se planteaba, mientras que el segundo la ha rechazado.