El 21 de enero, la ministra de Defensa, Carme Chacón, aseguraba en el Congreso de los Diputados que la operación militar «Atalanta» de la Unión Europea para la lucha contra la piratería frente a las costas de Somalia, «es de vital importancia para la defensa de los intereses geoestratégicos y económicos de España y va a servir para proporcionar seguridad a nuestros pesqueros».

El 21 de septiembre, en declaraciones a ABC, dirigentes de las dos organizaciones de armadores atuneros que faenan en el Índico aseguraban que en el dispositivo militar enviado por España a la zona «hay mucho márketing» y que «es mentira que los 75 millones» que el Gobierno ha destinado a la operación militar «sean para proteger a los atuneros». Además, aseguraban que «la operación «Atalanta» no ha tenido como objetivo la seguridad de los barcos atuneros».

La realidad y los hechos han terminado dando la razón a los atuneros. España participa en una operación militar cuyos objetivos son la protección de los barcos del Programa Mundial de Alimento y de los buques mercantes que atraviesan el Golfo de Adén, pero no la flota pesquera que faena en la costa este de Somalia y en las islas Seychelles. Así lo ha venido denunciando el sector pesquero ante los ministerios de Defensa y Medio Ambiente Rural y Marino, a los que piden que presione a la Unión Europea para que amplíe los objetivos de la misión «Atalanta» a la protección de la flota pesquera.

Nada han conseguido y los datos que obran en poder de ABC demuestran que durante los meses de julio, agosto y septiembre, el dispositivo militar enviado por España, en el marco de la operación «Atalanta», no ha estado en la zona donde faena la flota pesquera española.

El caso más flagrante de incumplimiento de la palabra dada por la ministra es el del avión de vigilancia marítima P3 Orión. Esta aeronave llegó a la base francesa de Yibuti en septiembre de 2008 y, en marzo de 2009, Chacón anunció que trasladaría su base, temporalmente, a Mombasa, para estar más cerca de la flota española. Pues bien, del 20 de julio al 26 de septiembre, no ha sobrevolado ni un día la zona, tan sólo ha estado en el Golfo de Adén. Lo mismo ha sucedido con el petrolero Marqués de la Ensenada, que partió de Rota (Cádiz) con destino a la zona el 23 de marzo y que, en ese mismo periodo, no ha patrullado cerca de los pesqueros españoles, con el agravante de que se fue el 11 de agosto y ya no ha vuelto a aparecer.

Protesta del sector

A la fragata «Numancia» se le ha visto un poco más, los días 20 y 21 de julio y del 25 de julio al 2 de agosto. Después se trasladó al Golfo de Adén y el 11 de agosto puso fin a sus operaciones. A esta fragata le relevó la «Canarias», que llegó al Golfo de Adén el 24 de agosto y no fue hasta el 6 de septiembre cuando comenzó a desplegarse por la cuenca de Somalia.

Estos datos ponen de manifiesto que la protesta del sector pesquero no era gratuita. Por ello, reclamaron más protección a bordo y centraron su objetivo en la presencia de infantes de Marina en sus barcos, petición que nunca fue aceptada. Pero el sector advierte que la operación «Atalanta» sí que embarca militares en los barcos del Programa Mundial de Alimentos y se preguntan, ¿por qué razón no se puede hacer en los barcos españoles?