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Obama declara la gripe A emergencia nacional

Obama declara la gripe A emergencia nacional

La gripe A se ha convertido en Estados Unidos en un asunto de emergencia nacional. La situación, al otro lado del Atlántico, no se ha agravado repentinamente. Pero el presidente Barack Obama ha querido dar ese paso para que la Administración estadounidense sea más ágil y pueda actuar con mayor eficacia si la pandemia empieza a hacer estragos en los próximos meses. Hasta la fecha, el nuevo virus de la gripe se ha cobrado ya más de mil vidas en Estados Unidos, entre ellas las de más de un centenar de niños.

Obama firmó la declaración el viernes por la noche y a continuación informó al Congreso sobre su decisión. «He ejercitado mi autoridad para declarar una emergencia nacional con el fin de estar preparados en caso de un rápido incremento de la enfermedad en el país que pueda sobrecargar nuestros recursos sanitarios», indica Obama en su notificación al Congreso.

Eliminar burocracia

La declaración permitirá al secretario de Salud eliminar de forma temporal ciertos requisitos federales para que los centros sanitarios del país puedan llevar a cabo actuaciones de emergencia.

El objetivo es eliminar trabas burocráticas que puedan entorpecer el tratamiento de enfermos y el acceso a suministros médicos. La declaración facilitará a los centros sanitarios hacer frente al aumento de pacientes con gripe autorizando algunas exenciones a programas sanitarios federales como Medicare y Medicaid.

A principios del presente año ya se declaró emergencia nacional por gripe A. La nueva declaración allana el camino para levantar ciertos requerimientos federales, que, por ejemplo, podrían impedir a los hospitales establecer instalaciones externas alternativas que podrían ayudar a responder a las necesidades de los departamentos de urgencias. «Es importante destacar que ésta es una medida proactiva, no una respuesta a una nueva situación», aclaró un responsable estadounidense. La gripe está extendiéndose rápidamente, como se esperaba. Para cuando llegue el momento en que las regiones o los sistemas sanitarios reconozcan que están empezando a saturarse, necesitarán aplicar rápidamente los planes de desastre», señaló.

La declaración se produce en un momento en el que las temperaturas bajan, los casos aumentan y las vacunas prometidas no terminan de llegar. De los 120 millones prometidas para mediados de octubre, sólo han llegado once millones.

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