La primera borrasca atlántica del otoño dejará hoy más lluvias

Por su parte, Madrid y Castilla-La Mancha, Navarra, La Rioja, Baleares y Lleida estan bajo alerta amarilla, que avisa del riesgo de lluvias durante la jornada. Asimismo, se registrarán precipitaciones, especialmente fuertes en los puntos del Alto Ebro, Pirineos y Cataluña, donde en la primera mitad del día es posible que se registren tormentas.

En el resto de la península las lluvias serán persistentes y es posible que se den chubascos débiles o moderados, ocasionalmente acompañados por tormentas. Sin embargo, estos chubascos serán poco probables en el litoral cantábrico donde sólo se esperan intervalos de nubes medias y altas. Así, se prevé que las precipitaciones sean más frecuentes e intensas en el interior de la mitad norte peninsular durante la segunda mitad del día. Por su parte, en Canarias el cielo estará nuboso y también habrá posibilidad de precipitaciones débiles.

Las predicciones apuntan a que habrá intervalos de fuerte viento en el Pirineo Oriental, Baleares y en zonas del interior. La costa de nieve se situará en 1600-1800 metros en el cuadrante noroeste y en la zona centro peninsular, y en 1800-2000 en el resto.

En cuanto a las temperaturas, no habrá muchos cambios respecto a las de hoy, aunque se observará un descenso ligero en algunos puntos.

El viento del este soplará de forma moderada y el del Sureste lo hará con intervalos fuertes, afectando sobre todo a zonas altas, al litoral gallego, al sureste de Alborán y Baleares. En Canarias, el viento será del noreste de flojo a moderado.

Las fuertes precipitaciones caídas en Sevilla y su área metropolitana en las últimas horas han ocasionado 90 incidencias tales como la anegación parcial de sótanos, garajes o bajos de vivienda, destacando la caída de algunas ramas de árbol o la inundación de los aledaños del estacionamiento del centro comercial Metromar de Mairena del Aljarafe, infraestructura utilizada como estacionamiento público para la estación de metro de Ciudad Expo. La lluvia ha anegado parcialmente pero sin daños numerosos locales, bajos de vivienda o sótanos, provocando atascos en las alcantarillas, inundaciones en algunas calles e incluso caídas de las ramas de los árboles.