Once mordiscos de amor a la Gran Manzana

Lo cierto es que el esquema tiene algo. Algunas de las historias están realmente inspiradas y las que no, pasan los controles mínimos de calidad. Siempre ofrecen algo: una sorpresa, una buena actuación, un paisaje tan reconocible o más que el Retiro, las Ramblas o el parque de María Luisa... La arquitectura interna del proyecto permite además ciertos cruces «altmanianos», guiños que confieren uniformidad a la película y disimulan sus costuras.

Junto a directores de prestigio, unos más conocidos que otros, la cinta también nos deja ver la segunda cortoexperiencia en la dirección de Natalie Portman, quien además aparece en otro. Su hermana Bolena, Scarlett, figuraba como guionista, pero debió de caerse del caballo.