Hazte premium Hazte premium

La Fundación Juan March desvela la faceta oculta de Caspar David Friedrich

La Fundación Juan March desvela la faceta oculta de Caspar David Friedrich

Caspar David Friedrich es un emblema de la pintura romántica alemana pero su innegable faceta como dibujante, con la que realmente se inició en el mundo del arte, ha quedado oculta por sus óleos posteriores.

Esta laguna en la obra de Friedrich es la que se ha propuesto rellenar la Fundación Juan March con la exposición «El arte de dibujar» de este icono del Romanticismo, en la que 69 dibujos sobre papel en diversas técnicas -lápiz, gouaches y acuarelas- dan idea de su función en el proceso creador del artista.

Los dibujos de Caspar David Friedrich (1774-1840) son «piezas únicas, una auténtica delicia en un material extremadamente frágil», en palabras de Christina Grummt, especialista en la obra del pintor, quien en la presentación de la muestra aseguró que precisamente esa fragilidad hace que sólo puedan estar expuestos una media de cien días para no ser dañados por la luz.

Recordó que Friedrich acuñó a lo largo de su vida una colección cercana a los mil dibujos, y puso de manifiesto que aunque la exposición contiene obras cedidas por importantes museos, sus «joyas» son algunos de los trabajos en papel cedidos por coleccionistas particulares, expuestos en contadas ocasiones.

La naturaleza como experiencia religiosa

La minuciosidad de muchas de las obras expuestas por la Fundación Juan March es tal que se ofrece al visitante, en algunos casos, la posibilidad de apreciar el detalle con la ayuda de una lupa, aspecto que también se refuerza con la presencia de pantallas táctiles en la que se puede ampliar el paisaje, las plantas, los árboles, los acantilados o unas ruinas plasmadas por Friedrich.

Ante la posibilidad de que alguien piense que se trata de dibujos preparatorios, Javier Goñi, de la Fundación, aclara que no es así, son más bien fragmentos dibujados de la naturaleza que pueden aparecer o no en sus famosos óleos (pintados a partir de 1807), con la diferencia de que mientras contemplaba la naturaleza no pintaba, sólo dibujaba.

De este dato se desprende que es en sus dibujos -realizados en cuadernos o en hojas sueltas durante largas sesiones de trabajo- en los que el artista tuvo un contacto directo con la naturaleza, a la que se acercaba como pura «meditación religiosa».

Además, otra diferencia entre su obra pictórica y sus dibujos es que mientras los óleos no llevan firman ni fecha, sus dibujos contienen numerosas anotaciones, como la datación precisa del día y una indicación del lugar para documentar en qué localización natural fue realizado el dibujo.

La Fundación Juan March pretende un acercamiento moderno y contemporáneo a un artista y un tema clásico, con una muestra cuyo antecedente se remonta a una exposición de 2007 que incluía algunas obras de Friedrich, figura a la que en España sólo se le ha dedicado una muestra monográfica en el Museo del Prado en 1992.

La exposición se podrá ver en la sede de la Fundación en Madrid hasta el próximo mes de enero, y coincide con la inauguración de sus nuevos espacios expositivos, aumentados en un treinta por ciento, y dotados de un equipamiento técnico más completo y actualizado encaminado a optimizar la climatización, iluminación y seguridad de las obras de arte.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación