Evo Morales antepone los derechos de la «madre Tierra» a los del hombre
Si el viernes fue Chávez el que dio la nota, ayer le tocó el turno a su discípulo aventajado: Evo Morales. El presidente de Bolivia, que hoy será recibido por el Rey y mañana por Zapatero, y al que se le garantizará la condonación de toda la deuda que mantiene su país con España (más de 70 millones de euros), inició su visita oficial a nuestro país con un acto populista pocas veces visto en esta orilla del Atlántico. Nada más aterrizar en Barajas, donde le esperaba el ministro Moratinos, Morales se dirigió a la plaza de toros La Cubierta de Leganés, donde llevaban ya varias horas esperándole miles de bolivianos residentes en España.
El dirigente andino extendió su habitual discurso revolucionario al medio ambiente y culpabilizó al capitalismo del cambio climático. Lamentó que «las cumbres del Altiplano andino se están derritiendo» y, en su afán pseudoecologista, llegó a afirmar que «en este milenio es más importante respetar los derechos de la Madre Tierra que los del ser humano».
También habló de una Bolivia pacífica, democrática, con indicadores económicos positivos: gracias a la nacionalización de los hidrocarburos, afirmó, Bolivia ha tenido por primera vez desde 1940 superavit fiscal. También dijo que la nueva Constitución «está por delante de muchas europeas». Pero lo que dejó claro es su deseo de perpetuarse, como Chávez: «Yo no quiero funcionarios, sino revolucionarios al servicio del pueblo», se sinceró y luego añadió: «Sabed que este indio se va a quedar por mucho tiempo».
Las visitas de Morales y Chávez fueron criticadas ayer por el PP cuyo vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, afirmó que «España se está convirtiendo en una sala vip del populismointernacional».
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