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La Xunta devuelve a la Costa da Morte el liderazgo en acuicultura

Otra promesa electoral cumplida. El presidente de la Xunta anunció ayer que su gobierno levantará el veto a la instalación de una factoría acuícola en Touriñán, impuesto por el anterior bipartito autonómico, devolviendo así la posibilidad a la Costa da Morte de recuperar el liderazgo continental en el sector, ostentado en la actualidad por Portugal, después de la expulsión de Pescanova al vecino país al impedírsele el desarrollo de la planta de Muxía.

Según explicó Alberto Núñez Feijóo, esta es una de las novedades del futuro Plan de Acuicultura que ultima la Consellería de Mar, y que recoge la implantación de diecinueve factorías más, cuatro menos de las previstas por el bipartito, que son eliminadas por la fuerte contestación social que tuvieron en su día. Se trata de las plantas de Merexo (Muxía), Laxe Brava (Ribeira), Seiruga (Malpica) y Xandriña (Camariñas), que «afectaban a casas y cultivos», indicó Feijóo.

La inversión aproximada de estos proyectos asciende a casi 350 millones de euros y permitirá generar unos 1.501 puestos de trabajo -654 directos y 847 indirectos-. Para estas actuaciones se han reservado 140 millones de euros de fondos procedentes del Fondo Europeo de Pesca (FEP) 2007-2013. Núñez Feijóo indicó que en la pasada legislatura «no se ejecutó nada» de estos fondos, por lo que ahora pretende «avanzar cuanto antes» en estas inversiones para evitar «la pérdida de este dinero».

Empecinamiento de Touriño

La planta de Touriñán fue una de las grandes polémicas en el primer tramo de la pasada legislatura, y agrió las relaciones de la Xunta bipartita -principalmente el PSOE- con el sector, tras el empeño personal de Emilio Pérez Touriño de revocar la autorización del Ministerio de Medio Ambiente para la instalación de una factoría de Pescanova que estaba llamada a ser la primera de Europa en cultivo de rodaballo, con cerca de 7.000 toneladas al año de esta especie.

Amparándose en que se veían afectados terrenos de la Red Natura -aunque la normativa legal permitía expresamente actividades acuícolas-, los socialistas bloquearon en Galicia el proyecto, lo que obligó a la multinacional viguesa a trasladarse hasta la localidad portuguesa de Mira. Ya en campaña, Núñez Feijóo se comprometió a recuperar el proyecto y acabar con la fuga de empresas.

Ayer, de nuevo, reiteró que la planta no produce impacto medioambiental, y abrió la puerta de par en par al retorno de Pescanova, empresa que recientemente anunció que Touriñán no es una prioridad inmediata, dada las fuertes inversiones realizadas en otras factorías.

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