Alemania descarta víctimas civiles; la OTAN investigará el bombardeo
El bombardeo de dos camiones cisterna en el norte de Afganistán, que causó esta madrugada al menos 90 muertos, no tuvo "presumiblemente" víctimas civiles, anunció hoy en Berlín un portavoz del ministerio de Defensa germano.
Añadió que la operación se puso en marcha después de ... que soldados alemanes de la ISAF comprobaran que guerrilleros talibanes habían robado dos vehículos de transporte pesado cargados de combustible.
El portavoz ministerial señaló que el Bundeswehr, el ejército germano, solicitó apoyo aéreo para combatir a los insurgentes, de los que, según el portavoz, al menos 50 murieron como conscuencia del posterior bombardeo por parte de aviones aliados.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo hoy que "aún no está claro" si hubo víctimas civiles en el bombardeo aéreo de anoche en la provincia afgana de Kunduz, y anunció una investigación del caso.
"Hubo un ataque aéreo de ISAF contra los talibanes durante la noche. Un número de talibanes murieron y hay una posibilidad de que también murieran civiles, pero aún no está claro", indicó Rasmussen en una declaración en la sede de la Alianza Atlántica.
Según el gobernador de la provincia de Kunduz (norte de Afganistán), al menos 90 personas -la mitad de ellos civiles- murieron en el ataque, ocurrido cuando los talibanes distribuían entre la población local el combustible de un camión que habían robado horas antes.
El responsable de la OTAN dijo que se ha enviado a la zona un equipo de investigación encabezado por un almirante del cuartel general de ISAF (la fuerza internacional que encabeza la Alianza en Afganistán por cuenta de la ONU) para "tratar de aclarar lo antes posible qué ha ocurrido".
Rasmussen añadió que el general Stanley McCrystal, comandante en jefe de ISAF, se ha puesto ya en contacto con el presidente afgano, Hamid Karzai, para explicarle la situación.
"El pueblo afgano debe saber que estamos para protegerles y que vamos a investigar el accidente", recalcó.
El secretario general de la OTAN insistió en que evitar las víctimas civiles "es un elemento central" de la actuación de las tropas de la fuerza internacional.
En este sentido, recordó que la nueva estrategia puesta en marcha por ISAF ha logrado reducir esas víctimas en lo que va de año en un 95 por ciento respecto a las del mismo período del año pasado, por lo que la considera "bastante exitosa".
Aún así, Rasmussen reconoció que "en conflictos como éste los errores pueden ocurrir, y en este caso vamos a ver qué concluye la investigación". El responsable de la Alianza dijo que no tenía datos acerca de cuántos aviones participaron en el ataque o de qué nacionalidad.
Según las primeras informaciones, al menos 90 personas, de ellos la mitad civiles, murieron en el bombardeo de las tropas internacionales en la provincia de Kunduz , en el norte de Afganistán. El ataque se produjo cuando los talibanes distribuían entre la población local el combustible de un camión que habían robado horas antes, dijo el gobernador de la provincia, Mohammad Umar.
Una portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) confirmó a Efe que la aviación internacional había acabado con la vida de "un gran número de insurgentes" en un bombardeo contra el camión de combustible. De acuerdo con testigos citados por la agencia afgana AIP, el ataque, registrado en la zona de Shna Tapa, del distrito de Alí Abad, causó decenas de víctimas con bajas entre la población civil , incluidos mujeres y niños.
Según los testigos, habitantes de la zona se acercaron al camión para hacerse con parte del combustible cuando tuvo lugar el bombardeo, pero la portavoz de la ISAF evitó dar detalles de lo sucedido.
"No vamos a especular sobre el número de fallecidos. Ahora mismo estamos investigando las informaciones de civiles muertos en el ataque. Nos tomamos esas reivindicaciones muy seriamente", dijo al respecto la portavoz de la ISAF. Esta semana, el jefe de las tropas internacionales en el país, el general Stanley McChrystal, había apostado por revisar la estrategia en Afganistán y dar prioridad a la protección de la población civil frente a los insurgentes talibanes.
Cada año fallecen miles de personas, víctimas de la violencia que asuela el país, y las muertes de civiles han sido de hecho uno de los principales motivos de discordia entre las tropas extranjeras y el Gobierno afgano, que las considera "inaceptables". Según datos de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), en el primer semestre del año han fallecido 1.013 civiles en el país víctimas del conflicto, lo que supone un aumento del 24 por ciento respecto al mismo período del año anterior.
De ellos, 595 personas cayeron asesinadas por las fuerzas insurgentes, y 310 a causa de ataques de las tropas regulares afganas y de las internacionales. Aunque situada en el norte del país y lejos de los principales bastiones de los insurgentes -en el sur y el este-, Kunduz tiene varias bolsas de población pastún, la etnia de la que provienen tradicionalmente los talibanes.
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