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Pelea legal por la herencia de Agnelli

POR VERÓNICA BECERRIL

CORRESPONSAL

ROMA. En 2003 fallecía Gianni Agnelli, el magnate de FIAT, dejando todo su imperio a su mujer, Marella Caracciolo, y a su hija, Margherita. La pérdida del «Abogado», como conocían todos a Agnelli, supuso el inicio de una batalla legal entre madre e hija por la herencia. «Siento amargura por las acusaciones de mi hija contra su padre», señalaba ayer a la prensa italiana la elegante señora Caracciolo, mientras depositaba en el Tribunal de Turín la memoria judicial con las declaraciones de sus abogados sobre el patrimonio de Agnelli.

Este acto se produce tras la petición de la propia Margherita de aclarar la procedencia, gestión y valoración del patrimonio de su padre, llevando a los tribunales a su madre y al abogado de confianza de su padre Franzo Grande Stevens, al presidente del holding de familia Gianluigi Gabetti, y al contable Siegfried Maron.

El periódico italiano «Corriere della Sera» ha tenido acceso a las memorias presentadas por los cuatro interesados desvelando que el propio Agnelli gestionaba sus bienes, y que la residencia en Suiza se estableció en 1970, y no tras la muerte del «Abogado» para «ocultar» bienes, como defiende Margherita. «Son suposiciones sin fundamento, irrelevantes», escribe Marella deplorando la actitud de la hija por la herencia del magnate de la casa automovilística, al mismo tiempo que aclara que los inmuebles que están a su nombre, entre ellos la casa que la viuda posee en la localidad suiza de Saint Moritz, fueron adquiridos por ella misma a partir de 1977.

Por su parte, Gabetti, quien desde 1972 está al lado de la familia Agnelli, escribe en su memoria que el «Abogado» gestionaba «personalmente todos sus bienes, por lo que la petición de Margherita de obtener un elenco de las propiedades es inadmisible, pero ya que se ha iniciado un proceso, analizaré cada detalle denunciado». Entre los puntos que analiza en el documento, Gabetti explica que no tenía ningún control sobre la fundación Alkyone de Vaduz (Liechtenstein) que custodiaba buena parte del patrimonio Agnelli. En cambio pasa al ataque presentando una carta firmada por la propia Margherita en 2004 en la que declaraba «no tener ningún tipo de interés en relación a la estructura y empleados de la Fundación».

Precisamente, en ese mismo año, Margherita llegaba a un acuerdo con su madre, cediendo las cuotas en FIAT previo pago de ciento nueve millones de euros así como numerosos inmuebles. Este nuevo capítulo de la «Dinastía Agnelli» tendrá su desenlace el próximo 12 de noviembre, cuando el Tribunal italiano determine si Margherita, madre de ocho hijos, tiene o no razón.

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