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«Amistades peligrosas»

«Amistades peligrosas»

La invitación de la nueva dirección del Festival de Bayreuth al West-Eastern Divan parece querer cerrar, por fin, una herida abierta hace mucho tiempo: el repudio al pueblo judío, que se manifestó inicialmente a través de los escritos de Richard Wagner (aunque más antisemita que él se mostró su esposa Cosima), y más tarde debido a las estrechas relaciones que algunos de los miembros de la familia Wagner —por matrimonio y no por sangre— mantuvieron con el Tío Lobo, como cariñosamente se llamaba a Adolf Hitler en la Colina Verde.

La relación de éste con el festival comenzó tímidamente a finales de la década de los veinte, pero se fue estrechando con la subida al poder de los nazis y gracias a la admiración que sitió por él, Winifred, casada con Siegfried, que falleció en 1930. A partir de entonces su viuda asumió las riendas del festival. Las visitas de Hitler a Wahnfried se convirtieron en constantes . Hasta el punto que corrieron rumores sobre una posible relación más que afectuosa entre la señora de Bayreuth y el dictador. Algo que Winifred siempre desmintió, lo que no le impidió durante décadas enorgullecerse de su relación con Hitler. Tanto peso llego a tener Hitler en la Colina Verde, que éste incluso soñó con un nuevo Bayreuth , diseñando incluso una maqueta que delataba claramente su megalomanía, pero que nunca se llevó a materializar.

El Festival, víctima de la guerra, lo fue mucho menos de lo esperable (reinició su actividad en 1951). Siempre se adujo que tras él había un ángel protector, y ése era Hitler. Esa misma sombra se cernió sobre los descendientes de Winifred, que vieron de muy distinta manera las relación de su madre con el Tío Lobo.

Mientras la hija mayor, Friedelind, huía de Alemania, para instalarse, con ayuda de Toscanini, en Estados Unidos, pasando antes por un campo de internamiento en Inglaterra, y rechazaba abiertamente la conducta de su progenitora (escribió un libro que fue utilizado en el jucio de «desnazificación» al que fue sometida Winifred); su hermana Venera se queba en Alemania y se casaba con un oficial de las SS. Los enfrentamientos entre Friedelind y su madre fueron constantes a lo largo de su vida . Sin embargo, Winifred nunca repudió su recuerdo afectuoso hacia el führer, como dejó patente en un documental, filmado por Syberberg en 1975, con motivo de celebrarse el centenario de la creación del Festival de Bayreuth, y que le valió ser expulsada del festival por su hijo Wolfgang, su director durante los últimos cuarenta años, en un intento por limpiar y despolitizar la imagen del evento musical.

Wolfgang también vivió el rechazo en sus propias carnes en la figura de su hijo Gottfried, quien espantado por el pasado familiar se instaló en Italia y escribió a modo de catarsis el libro «Wer nicht mit dem Wolf heult» (El que no grita con el Lobo).

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