Los extremos se atraen
SERÍA fácil tildar al ex conseller de Gobernación de la Generalitat, Joan Carretero, de extremista, por defender tesis independentistas que van más allá de la doctrina que predica ERC, formación a la que siempre ha visto genuflexa ante los socialistas -¿pensará lo mismo tras el subidón logrado por Joan Puigcercós a tenor de la financiación?-. Pero quienes le conocen me lo describen como «un hombre de orden». Sorprendente ¿no? Es más. Me cuentan que hace unos seis años, cuando todavía era alcalde de Puigcerdà y el PP gobernaba España, mantuvo un almuerzo con el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, con ocasión de la inauguración de la línea Vic-Puigcerdà. La sintonía entre ambos fue tan inesperada como sorprendente.
Una de las personas que asistió a esa comida me recuerda que el independentismo también puede ser de derechas y asegura que Carretero, médico nacido en Tremp y afincado en Ceret, forma parte de ese grupo.
Es por ello que algunos miembros de CDC aconsejan a su líder, Artur Mas, que tienda puentes con el líder de Reagrupament, no vaya a ser que los descontentos de ERC se apunten al partido del ex conseller. Mas debería aprovechar el apagón mediático que sufre últimamente Carretero e invitarle a su Casa Común.
María
Jesús
Cañizares
EL MENTIDERO
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