Zapatero: «La cuestión es qué podemos hacer nosotros por Obama»

No es la primera vez que Zapatero usa las páginas de The New York Times como atajo diplomático hacia la Casa Blanca. Lo hizo en plena campaña electoral norteamericana, cuando el columnista del Times Nicholas Kristof reveló que “hasta el primer ministro español” había coincidido con él en el temor a una nueva guerra fría si John McCain devenía presidente. Posteriormente Zapatero matizó aquello afirmando que esperaba un plus de prudencia del futuro presidente de Estados Unidos, fuese este quien fuese.

Pero ahora que ya se sabe seguro quién es, Zapatero va al grano. El líder que cuando lo era de la oposición se negó a levantarse al paso de la bandera estadounidense en un desfile, mientras acusaba al gobierno Aznar de sumisión porque su ministro de Exteriores había saludado al de Bush con una cabezada, se deshace ahora en elogios de Obama, su aliado ideal.

“Las cosas han cambiado mucho”, declara Zapatero al Times, “creo que Obama es una persona que escucha. Creo que es lo bastante humilde como para comprender la diversidad y la complejidad del mundo en términos de culturas, de formas de vivir, de religiones y de distintas perspectivas del orden mundial”. De ahí que no le duelan prendas en ampliar la presencia militar española en Afganistán, ya duplicada hace poco: pasó de 450 a 800 soldados.

Siendo este un salto cualitativo impresionante, el Times se queja de que el apoyo del aliado español en Afganistán dista mucho de ser fundamental; sigue siendo un tercio de lo que aportan Alemania o Francia, por citar sólo otros dos países que se opusieron ferozmente a la guerra de Irak.