Salgado ofreció más dinero a Galicia si Feijóo daba el sí al nuevo modelo
El PSOE y el Gobierno quisieron poner a prueba la fidelidad de los presidentes autonómicos del Partido Popular a la disciplina de voto planteada por la dirección del PP con ofrecimientos de última hora en el nuevo modelo de financiación, a cambio de apoyarlo públicamente. ... Este difícil papel le tocó desempeñarlo a la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado que, horas antes de la celebración del Consejo de Política Fiscal y Financiera del pasado miércoles, ofreció un ligero incremento en la propuesta de financiación de Galicia, a través de varias llamadas telefónicas a Alberto Núñez Feijóo. Según fuentes de la Presidencia de la Xunta, en total, Salgado prometía pasar de los 590 a los 654 millones de euros, pero a cambio de que la consejera de Hacienda de Núñez Feijóo votase a favor del nuevo sistema pactado en primer lugar con Cataluña, lo que en la práctica suponía desligarse de la estrategia del PP. «Me tienes que votar que sí», pidió Salgado al presidente gallego.
Pero faltaban 130
Núñez Feijóo se negó en redondo a esta exigencia, ya que, según le explicó, aun aumentando 64 millones, a Galicia todavía le faltan 130 respecto a la propuesta que hizo la Xunta en nombre del Parlamento. El mandatario gallego, que anunció el miércoles como conseguido ese aumento en la propuesta de financiación -procedente de un futuro incremento del fondo de dispersión-, ha encontrado, después de su abstención en el Consejo, el rechazo de Economía a reconocerle las promesas de Salgado por teléfono. «No quiero pensar que por no votar sí van a retirarme esos fondos», reflexionó Feijóo el viernes.
A favor del Ministerio está el hecho de que, al igual que con el resto de las autonomías -salvo Cataluña, actor principal en la negociación-, no hay ningún documento oficial -sí oficioso, según la Xunta- en el que se recoja el total que corresponderá a Galicia, ya que esa cifra se limitaba a anunciarla la propia Elena Salgado a los presidentes autonómicos vía telefónica.
Esta hábil maniobra de equilibrismo político llevó a la vicepresidenta segunda a contactar también por teléfono con otros presidentes autonómicos del PP aunque, según ha podido saber ABC, no llegó a ofrecer nuevas cantidades si se votaba que sí al nuevo modelo.
La presión que no pudo ser en el caso de Galicia, sí puede que surtiese efectos en otros territorios, como fue el caso de la Ciudad Autónoma de Ceuta que, aunque gobernada por el Partido Popular, claudicó al rico pastel económico que le ofreció el Gobierno socialista y aceptó el trato. Esta actitud de Ceuta tenía un montante en dinero, un millón y medio de euros, que se correspondía, según aseguró la ministra Elena Salgado el pasado miércoles, en la rueda de prensa celebrada tras la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, a la valoración que se había hecho de «algunas competencias» sin mayores explicaciones.
La actitud de Ceuta no ha pasado desapercibida para la otra Ciudad Autónoma, la de Melilla, que sí se abstuvo en la votación final, siguiendo el criterio marcado por la dirección nacional del PP. No le ha sentado nada bien que se plegara a los cantos de sirena que le ofreció Salgado, y reconoce que, aunque para la gran mayoría fue una sorpresa, para ellos no, ya que «el tema estaba ya cerrado hacía unos días».
Navarra y País Vasco
Lo que no pudo conseguir Salgado es que los consejeros de Economía de Navarra y País Vasco, presentes en el Consejo de Política Fiscal y Financiera -aunque el nuevo modelo no se aplica en sus territorios- votaran el acuerdo. Se salieron en el momento de la votación. El voto del consejero vasco era más que previsible, pero muy significativo hubiera sido el pronunciamiento del responsable de Navarra.
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