La zarzuela entra en el Teatre Lliure de la mano de Lluís Pasqual

El espectáculo es una coproducción del Grec con el Teatro Arriaga de Bilbao y pretende poner en valor el género chico, un estilo que, según explicó hoy Pasqual en Barcelona forma parte de los recuerdos de su infancia: "La zarzuela era la educación musical que teníamos muchos en aquellos años", dijo, al tiempo que lamentó que muchas veces haya una tendencia a mirarla "desde arriba".

"Es difícil mirarla cara a cara. Cuando se hacen interpretaciones excesivamente intelectuales se hace una caricatura, y yo no quería eso", reconoció. Pasqual está acompañado en la dirección musical por Miquel Ortega , que dirige, sobre el escenario, una orquesta de 45 músicos, a la que además se une un coro formado por 23 cantores.

«La zarzuela del sábado» arranca con «Chateau Margaux» , zarzuela en un acto que Pasqual ha reinterpretado casi totalmente y ha ambientado en los populares concursos radiofónicos de los años 50 en busca de nuevos talentos, haciendo así su particular homenaje a la radio. Por su parte, «La viejecita» cuenta la habilidad de su protagonista para, disfrazándose de la anciana tía de un amigo, acercarse a la joven que ama, derrotar en duelo a su rival y lograr el perdón de todos y la promesa de amor de la mujer que adora.

Ortega indicó que en ambos casos no se ha tocado una nota de música, simplemente, dijo "hemos pasado la aspiradora".

El director destacó "la música desenfadada pero de altísima calidad" de la zarzuela

"Durante muchos años fingíamos que ignorábamos montañas de música que en casa seguíamos cantando", dijo, tras recordar que la zarzuela ha sido durante años, junto a los toros y al flamenco, víctima de los estigmas del Franquismo, que la llenaron "de humedad y de polvo".

Los intérpretes de las dos zarzuelas, que representan más de un papel, son: Sonia de Munck, BorjaQuiza, Emilio Sánchez, Valerio Lanchas, José Manuel Díaz y Lander Iglesias. Además, Jesús Castejón tiene una participación especial en los papeles de Ricardo Gracián y Don Manuel.

Ortega, que recientemente presentó «Pan y Toros» en Lausanne (Suiza) constató la buena salud de la zarzuela en el extranjero, donde, en ocasiones, se programa junto a la ópera. "Fuera la gente nos pregunta porqué no las llevamos más", aseguró. La zarzuela ha sobrevivido, según Pasqual, "yéndose al sótano, hasta que al final, ha podido salir a respirar".