Gran semana del cine catalán, con un par

El cine de texto y retrato barcelonés de Cesc Gay y el cine de acción y «globalizado» de Daniel Benmayor. Una intensa historia de teatro dentro de cine y de relaciones en «V.O.S.» y una terrible aventura en la que ocho jóvenes juegan a matarse entre sí en «Paintball». En una se habla, y mucho, en catalán, y en otra se habla poco en ingés. Cine catalán, rodado en Barcelona y que ahí se termina cualquier otra relación o contacto entre ellos.

Primero fue la obra de teatro «V.O.S» y después -cinco años después- la película «V.O.S». La dramaturga Carol López subió al escenario del Lliure a cuatro actores a los que les dio mucha libertad para dibujar sus personajes. Y un lustro después Cesc Gay les da la oportunidad de recrearse en su rol y dibujar un filme que llega este viernes a la gran pantalla . Diferente batuta pero los mismos actores.

Àgata Roca, Andrés Herrera, Vicenta Ndongo y Paul Berrondo vuelven a formar un cuarteto un tanto atípico. Podríamos decir que Àgata Roca (Clara) es el eje de un triángulo amoroso que acaba en el paritorio. El director barcelonés con mayúsculas -siempre que puede muestra algún bello rincón de la Ciudad Condal- tenía «ganas de hacer una comedia romántica y de enseñar las entrañas del cine» . «V.O.S» es precisamente lo que buscaba Cesc Gay, una comedia que no tiene vergüenza de mostrar al equipo de rodaje al completo y los diferentes platós.

«Paintball», la ópera prima de Daniel Benmayor, se estrenará el viernes en 180 salas españolas. Fue la única cinta española que se proyectó en la última edición del Festival de Cine de Tribeca de Nueva York y es una nueva apuesta internacionalde Filmax, dentro de su Fantastic Factory de Filmax. «Paintball» narra cómo un grupo de jóvenes que no se conocen entre sí se embarcan en un juego de simulación bélica que se convierte en una especie de cacería humana cuando se descubre que algunas de las balas no son de pintura sino munición real.

No hay en el reparto actores conocidos, pues se eligieron mediante un «casting» en el que se primaba su forma física. Benmayor remarcó la capacidad y verosimilitud que se exigió a los actores para que resultaran creíbles en su papel y su «capacidad de aguante» ya que la película se ha rodado en secuencias muy largas y poco manipuladas en la edición. El filme abarca desde «la violencia hasta la supervivencia, tiene ambición universal y es una película abierta, de entretenimiento. dijo su director.