La OEA da un plazo de 72 horas a Honduras para rehabilitar a Zelaya

WASHINGTON/TEGUCIGALPA. Tras una reunión a puerta cerrada que se demoró desde el martes hasta el amanecer del miércoles, la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington, marcó ayer un plazo de 72 horas para que Honduras rehabilite en su cargo al depuesto presidente Manuel Zelaya. Si las autoridades «de facto» en Tegucigalpa ignoran ese requerimiento, Honduras verá suspendida su participación en la principal institución multilateral del continente americano. Con la posibilidad de enfrentarse también a sanciones económicas de carácter colectivo.

Según José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, la expulsión de Zelaya es «un golpe a la vieja usanza, algo que creíamos imposible en este hemisferio». A su juicio, «debemos demostrar claramente que los golpes militares son inaceptables». Como parte de ese acuerdo forjado en Washington, el depuesto presidente Zelaya se habría comprometido a esperar al menos tres días antes de su prometido retorno a Honduras, donde el gobierno interino le ha amenazado con una inmediata detención.

La OEA, regida por la Carta Democrática adoptada en 2001, se ha declarado «gravemente preocupada con la crisis política en la República de Honduras como resultado de un golpe de Estado» que ha provocado «una alteración inconstitucional del orden democrático».

Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos también solicitó una visita a Honduras para evaluar la situación de más treinta personas desaparecidas o detenidas tras el golpe consumado el pasado domingo. Mientras que el Pentágono confirmaba ayer la suspensión de operaciones conjuntas en Honduras, donde mantiene una significativa presencia militar.

En Honduras, en un discurso a la nación, difundido en cadena nacional de radio y televisión, el presidente de «facto», Roberto Micheletti, no hizo mención alguna al ultimátum planteado por la OEA. El mandatario pidió a los trabajadores del sector público que vuelvan a su trabajo, tras asegurarles que sus derechos serán garantizados, así como la integridad de los médicos cubanos que se encuentran en Honduras en misión humanitaria. Los funcionarios de Educación y Salud habían convocado un paro indefinido en apoyo de Manuel Zelaya.

Bombas en Tegucigalpa

Durante la noche, tres bombas caseras fueron lanzadas en las sedes de la Corte Suprema, la Fiscalía General y Radio América. Los artefactos fueron desactivados por las fuerzas de seguridad.

Por otro lado, el Ejecutivo ha emprendido una campaña de información en el exterior que comienza con un viaje a Washington encabezado por el nuevo canciller, Enrique Ortez Colindres, a quien acompañan diputados, empresarios y representantes de otros sectores. Las embajadas de Taiwán e Israel ya habrían reconocido al nuevo gobierno, el cual analiza ya la salida de Honduras de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), a la que se adhirió en 2008. Según Efe, la iniciativa se apoya en una moción parlamentaria impulsada por el opositor Partido Nacional.