Obama condena el golpe pero no aboga por la restitución en el poder de Zelaya
Organismos internacionales y presidentes de diferentes países condenaron ayer el golpe militar perpetrado en Honduras. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se manifestó preocupado por la situación en el país centroamericano y pidió «respeto a las normas democráticas», y la resolución de las disputas ... a través de un «diálogo libre de interferencia exterior». «Estoy profundamente consternado por los informes que salen de Honduras sobre la detención y expulsión del presidente «Mel» Zelaya», expresó Obama en un comunicado.
Al mismo tiempo, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, declaró ayer que la expulsión de Zelaya supone un acto que debería ser «condenado por todos». «Llamamos a todas las partes a que respeten el orden constitucional y la ley, que reafirmen su vocación democrática y que se comprometan a la resolución de las disputas políticas a través del diálogo», señaló.
En una de las primeras reacciones, el presidente de Venezuela, Hugo Chavez, calificó el cuartelazo de «troglodita» y alertó que «llegó la hora del pueblo» y de los movimientos sociales. Horas más tarde, después de la agresión que sufrió su embajador en Tegucigalpa, el mandatario bolivariano anunció que ha puesto «en alerta» a la Fuerza Armada Nacional; «no podemos ceder ante los gorilas, no podemos permitir que vuelva el gorilato». Durante un acto en el Palacio de Miraflores, Chávez precisó que «si nuestra embajada, si nuestro embajador fuera secuestrado o atropellado, esa junta militar estaría entrando en estado de guerra de facto, tendríamos nosotros que actuar, incluso, militarmente».
La OEA y la ONU
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, que convocó una reunión urgente del Consejo Permanente para «defender la estabilidad democrática», condenó la asonada y pidió la colaboración del mundo contra esta crisis política. Asimismo, el presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D´ Escoto, pidió el inmediato retorno del presidente de ese país.
La Unión Europea condenó el golpe perpetrado el día en que estaba previsto el plebiscito para la reforma de la Carta Magna. El ministro de Exteriores checo y actual presidente de turno de la UE, Jan Kohout, afirmó que la asonada «es una violación inaceptable del orden constitucional» y reclamó «la liberación urgente del presidente Zelaya y la rápida restauración de la normalidad constitucional».
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó por último su «más enérgica condena» por la expulsión ilegal del presidente constitucional y exigió «su inmediata reposición en el cargo para el que fue democráticamente elegido».
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