Irán arresta a personal de la embajada británica y enfurece a Londres
La Unión Europea exigió ayer la inmediata liberación del personal de la embajada británica en Teherán detenido el sábado «por su activa participación en los disturbios», según la información proporcionada por la televisión estatal iraní. Los cancilleres de la UE, reunidos en Corfú (Grecia) advirtieron ... que responderían colectivamente a cualquier tipo de «intimidación y acoso» de personal de embajada.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Milliband, indicó que era absurdo acusar al Reino Unido de estar detrás de las protestas. «Esto es inaceptable. Nosotros queremos verlos en libertad, sanos y salvos. La idea de que la embajada británica está detrás de las protestas no tiene fundamento alguno», dijo Milliband.
La televisión estatal iraní hablaba ayer de ocho detenidos. En Londres la BBC informó de que los detenidos podrían ser nueve, varones y mujeres, y que algunos fueron puestos en libertad, pero varios permanecen detenidos. Los detenido son empleados iraníes y no tienen inmunidad diplomática, pero en el Reino Unido se percibió el arresto como un nuevo paso en el vertiginoso deterioro de las relaciones bilaterales desde que comenzaron las protestas contra las elecciones del 12 de junio.
Jamenei acusa
La cancillería británica considera que el apoyo de la UE en Corfú es una victoria diplomática, aunque no está claro qué acción específica «colectiva» podrán adoptar contra el gobierno de Mahmoud Ahmadinejad. No hubo respuesta de Irán al comunicado europeo o a la protesta británica, pero lo cierto es que desde que el viernes 19 el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, apuntara su índice acusador contra el Reino Unido y la BBC, la relación bilateral se ha deteriorado día a día. Aquel mismo fin de semana, Irán expulsó al corresponsal de la BBC en Teherán, Jon Lyne, y la semana pasada echó a dos diplomáticos británicos a los que acusó de actividades incompatibles con su trabajo, en otras palabras, espionaje.
Al día siguiente, el primer ministro Gordon Brown se encargó de anunciar ante el parlamento que en respuesta el Reino Unido había expulsado a dos diplomáticos iraníes.
El arresto de estos ocho empleados sube más la temperatura. En los últimos días la televisión estatal iraní ha mostrado a «arrepentidos» disidentes que acusaban a potencias extranjeras y a la BBC por las manifestaciones contra el presunto fraude del 12 de junio. El canal de la BBC en farsi, inaugurado en enero, ha tenido gran éxito en los barrios de clase media y alta, pero el gobierno iraní ha apretado las clavijas a todos los medios extranjeros prohibiendo que informen desde las calles, aunque por el momento no hay restricciones sobre lo que dicen.
Manifestación reprimida
Ayer a los medios extranjeros llegaron informaciones que no pudieron ser verificadas de una manifestación de unas 3.000 personas cerca de una mezquita en Teherán Norte. En su comunicado, la UE condenó «el continuo arresto y detención de pacíficos manifestantes y periodistas y las restricciones que existen sobre los medios locales y extranjeros». Según el analista de asuntos iraníes de la BBC, Sadeq Saba, este tipo de advertencias no tendrán ingún impacto por el momento.
«Ahmadinejad no tiene interés en dialogar con Occidente porque sabe que Occidente va a tener que acercarse a Iran para hablar sobre su programa nuclear. Tiene esa carta en la mano», dijo Saba en la BBC.
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