Continúa la lluvia de teorías sin confirmar en la catástrofe del vuelo 447

15/06/2009
Actualizado 16/06/2009 a las 19:56h.

“Los medios se disputan cada día los despojos de nuevas teorías, pero nadie sabe mucho”, afirma con amargo laconismo un técnico de Air France ante la nube de teorías sin confirmar sobre la catástrofe que costó la vida a las 228 personas que viajaban en el AF 447 que se precipitó en el Atlántico hace dos semanas, cuando volaba de Río a París.

Los militares brasileños anuncian a media voz que sus trabajos de búsqueda podrían terminar antes de fin de mes, quizá antes. El submarino nuclear de ataque francés que debe buscar las cajas negras del avión sigue su ruta, pero nadie parece saber gran cosa de unas cajas negras perdidas en el desierto submarino del Atlántico.

Según algunas fuentes, las primeras autopsias de algunos de los 49 cadáveres rescatados parecen descartar la hipótesis de una explosión en vuelo.

Por parte francesa se desea investigar más a fondo los restos de los cadáveres, que serán sometidos a análisis de rayos X.

La hipótesis brasileña de una “dislocación rápida” del avión es recibida en París con “prudencia”. “Se trata de una posibilidad, entre otras”, subraya una fuente de Airbus que prefiere seguir privilegiando una tesis más simple y compleja al mismo tiempo: “Seguimos pensando que la catástrofe pudo ser la consecuencia de varios procesos paralelos o simultáneos”.

Ni Air France ni el Bureau d’enquêtes et d’analyses (BEA) consideran plausible el fallo de las sondas Pilot. La compañía aérea ha procedido a una sustitución rápida de las sondas de gran parte de su flota de Airbus A330 y A340, sin que tales cambios supongan que la compañía acepte la tesis de ese fallo técnico que ha inquietado a algunos pilotos.

Por su parte, las familias de las víctimas francesas aceptan con amargo estoicismo y un silencio sepulcral la lluvia ácida de teorías y contrateorías que, a juicio de algunos familiares, “son una forma cierta de profanación de las víctimas”.