E. P. RODRÍGUEZ-SOMOZA

VIGO. Sexta jornada de huelga del sector metalúrgico en la provincia de Pontevedra que deja en Vigo imágenes similares a las que se vivieron en 2006 y 2007. La ruptura de la negociación del convenio colectivo de los trabajadores del metal, y las diferencias insalvables entre la oferta de la patronal y las demandas de los sindicatos, han sumido a la ciudad en una auténtica batalla campal. El enfrentamiento entre antidisturbios de la Policía Nacional y los manifestantes no ha dejado indiferente a nadie.

Pronto los cortes de tráfico de la marcha de los manifestantes en jornadas previas dieron paso a una guerra urbana entre agentes y huelguistas, a la que los vigueses no fueron ajenos. El conflicto de la frustrada mesa negociadora se trasladó a la calle. Al grito de «fuego, fuego» los concentrados pedían guerra a gritos, y a la Policía no le quedó más opción que la de cargar para disolver y restablecer el tráfico.

Un pulso que los trabajadores, muchos de ellos encapuchados, entendieron como un órdago al que había que dar respuesta inmediata. Los contenedores quemados y las vallas de obra desperdigadas por la ciudad ofrecían fiel testimonio de lo acontecido. Tradicionales son las barricadas improvisadas en las cercanías del Astillero vigués Hijo de J. Barreras, donde habitualmente se recrudecen los enfrentamientos con los agentes.

En la defensa por un convenio «digno», argumentan que son un «referente a nivel estatal para el resto de sectores» y que «no pasarán por el aro, al antojo de los empresarios que firman sus nóminas». Piden un 6% de aumento salarial, que estarían dispuestos a rebajar al 4,5% en 2009 y a un 4 en 2010, si bien la patronal que ofrecía un 1,9% por encima del IPC real ya ha retirado su oferta. Precisamente este último, tras un principio de acuerdo en la duración del convenio -aceptando dos años de temporalidad- y en la regulación de la jornada, ha supuesto la ruptura del diálogo entre las partes, que presuntamente podría retomarse el lunes, sin indicios de una pronta resolución. Al respecto, los más pesimistas hablan de un conflicto largo y duro que se prolongaría hasta octubre.

Por el momento, los sindicatos implicados (UGT, CC.OO. y CIG) ya han presentado la convocatoria de huelga para la próxima semana, comenzando el martes y siendo a partir del miércoles indefinida. Del mismo modo, el viernes 12 han convocado ya una huelga general para todo el sector, con convenio propio y sin él, que afecta a más de 27.000 trabajadores en la provincia.