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Clinton afirma que con Cuba «hemos avanzado mucho más que en años»

Clinton afirma que con Cuba «hemos avanzado mucho más que en años»

A escasas horas de que comience en San Pedro Sula (Honduras) una asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) marcada por el posible levantamiento de sanciones a Cuba, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, señaló que EE.UU. está «muy complacido» por la disposición de La Habana a reanudar conversaciones sobre asuntos migratorios. Es un «paso positivo», dijo. Clinton expresó su deseo de que Cuba retorne a la OEA, de la que fue expulsada en 1962: «Hemos dicho que estamos esperando ansiosamente el día en que Cuba, si así lo desea, pueda unirse de nuevo a la OEA. (Pero eso) es algo que conlleva responsabilidades, (como) obedecer los principios de la democracia y los derechos humanos consagrados en la Carta de la OEA y en la Carta Interamericana».

La responsable estadounidense mostró su satisfacción por el desarrollo de las negociaciones bilaterales en otros ámbitos: «Hemos avanzado en los últimos cuatro meses mucho más que de lo que se ha hecho en varios años».

Clinton realizaba estas declaraciones ayer en El Salvador, donde asistió a a la toma de posesión del presidente Mauricio Funes, quien anunciaba el restablecimiento, «de inmediato», de las relaciones diplomáticas entre su país y Cuba, rotas desde 1959.

Don Felipe y Doña Letizia

Los Príncipes de Asturias estuvieron presentes en la ceremonia, en la que también se encontraban Álvaro Uribe, Lula da Silva, Michelle Bachelet y otros mandatarios iberoamericanos. Hugo Chávez y Evo Morales cancelaron su viaje a última hora.

Estados Unidos espera una relación muy positiva con el nuevo Gobierno salvadoreño: «Tenemos mucho qué hacer en conjunto», reconoció Clinton. De los poco más de ocho millones de salvadoreños, más de una cuarta parte son emigrantes en Estados Unidos y sus remesas representan uno de los pilares de la economía nacional. De cuantos viven en El Salvador, un cuarenta por ciento subsiste en el umbral de la pobreza.

Tras su victoria electoral del pasado marzo, Funes lleva al poder por primera vez a la antigua guerrilla del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), después de veinte años de gobiernos consecutivos de la conservadora Arena. El periodista llega al mando de la nación centroamericana en medio de una crisis múltiple: de criminalidad, económica y de las fuerzas políticas tradicionales.

En su discurso Funes aseguró que «no tenemos derecho a equivocarnos. Errar es humano, pero también lo es evitarlo; y evitarlo es no hacer lo que algunos ya hicieron mal en el pasado: gobernar para unos pocos, proteger la corrupción y el crimen organizado... Se acabó el tiempo de la impunidad». Y manifestaba, tras detallar un paquete de medidas sociales, su determinación a luchar contra el narcotráfico y a «transformar este país pequeño, pero gigante en desigualdad. El pueblo salvadoreño pidió un cambio y el cambio comienza ahora (...) sin odio ni resentimiento».

Antes de asumir el cargo, Funes visitó en el centro de San Salvador la tumba del arzobispo Oscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 por paramilitares y considerado un mártir de la guerra civil que en doce años se cobró 75.000 vidas.

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