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El brazo blando de la ley

Lo más increíble de la monumental pifia amén del ridículo protagonizados por el Tribunal Constitucional con la lista proetarra es la justificación posterior. Aquello de que la discrepancia del Constitucional respecto del Supremo demuestra que funcionan las garantías del Estado de Derecho. Que es como ... decir que las garantías de la Policía funcionan cuando el jefe da por bueno el documento falso de un delincuente previamente rechazado por el agente. Y el delincuente se escapa, y todos tan contentos, felicitándonos por las imbecilidades, las del jefe de la Policía en este caso, que permiten la salvaguarda de las garantías del Estado en forma de huida triunfal del criminal. Que, además, nos hace tururú desde las páginas del Gara.

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