Un golpista «demócrata»
Ni la Unión Africana ni el vecino Senegal han logrado frenar los planes de celebrar elecciones presidenciales el 6 de junio del general Mohamed Uld Abdel Aziz, que se aupó al poder en Mauritania mediante un golpe de estado el año pasado.
La campaña electoral ... arrancó el jueves y hoy viernes Abdel Aziz, que se presenta como candidato, ha atacado en su primer discurso al frente que se opone a los golpistas. "Son esta gente la que bloquea la democracia. Nosotros, al contrario que ellos, estamos dispuestos a negociar", dijo en la ciudad de Kiffa poco después de que el negociador y ministro de Exteriores senegalés hubiera regresado a Dakar sin acuerdo alguno.
El Frente Nacional por la Defensa de la Democracia (FNDD), que agrupa al grueso de los opositores, sigue defendiendo el boicot electoral y ha llamado a sus seguidores a que sigan tomando las calles reclamando la vuelta del presidente depuesto.
Consideran además que la candidatura de Abdel Aziz no es más que un intento de legitimar su presencia al frente de este pobre país magrebí.
Abdel Aziz era jefe de la Guardia Presidencial del jefe del Estado, Mohamed Uld Sheik Abdallahi, hasta que se levantó contra él el 8 de agosto pasado para imponer su propia junta militar.
Durante estos meses, hay países como Estados Unidos que han tratado de hacer dar marcha atrás al general golpista con más ahínco que otros como España, que no han defendido con la firmeza esperada por los opositores la legalidad del presidente depuesto.
Abdallahi fue elegido en 2007 jefe del Estado en las primeras elecciones democráticas de la convulsa historia política mauritana. Los observadores internacionales aplaudieron esperanzados la senda emprendida por el país a pesar de lo débil de su economía y los altos niveles de corrupción.
Todo se desvaneció con un nuevo golpe de estado, el del general Abdel Aziz.
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