El ex presidente del PNV, Josu Jon Imaz, presentó ayer en el Centro de Innovación del BBVA de Madrid el libro “De las naciones a las redes” de David de Ugarte, Pere Quintana, Arnau Fuentes y Enrique Gómez editado por la colección Planta 29. Una obra en la que, según ha resaltado Imaz durante su intervención, se analiza con todo lujo de detalles y rigurosa precisión el proceso de transformación de las comunidades vinculadas al territorio hacia la creación de redes que han crecido en progresión geométrica a lo largo de la última década como consecuencia del fenómeno de la globalización. Y es que, a su juicio, se ha flexibilizado el concepto de territorialidad en aras de una malla de redes donde el más fuerte es quien más conexiones tiene.

David de Ugarte, que ha agradecido la presencia en el acto de Imaz, quien también ha escrito el prólogo del libro, ha descrito entre bromas y anécdotas cómo internet ha dado lugar a la creación de determinados fenómenos con los que se han desterrado conceptos tan consolidados en otras épocas como el de nación o de estado nacional. Por esta razón, aparecen nuevas identidades y nuevos valores que a largo plazo acabarán superando y subsumiendo a la visión nacional y estatalista del mundo. Y ha hablado de la transnacionalización de las empresas y de cómo se tejen relaciones laborales entre personas que, aun perteneciendo a la misma entidad empresarial, trabajan en distintos lugares del mundo, incluso sin saberlo. Algo que, según ha manifestado, se debe a la aparición de una serie de redes distribuidas consecuencia de internet y la globalización que han dificultado a las personas identificarse en términos nacionales.

Asimismo, el también autor del blog que lleva su nombre ha asegurado que “De las naciones a las redes” no es un libro sobre ni contra el nacionalismo, sino que se pregunta “qué viene después” y si lo que suceda a la etapa de los grandes mitos nacionales “debe algo o no a los que en su momento se resistieron a aceptarlo”.

Por su parte, Arnau Fuentes, otro de los autores de la obra, ha centrado su breve intervención en destacar algunas de las historias e invenciones que se narran en dos de las partes que componen “De las naciones a las redes”. En concreto, se ha referido al descubrimiento de un grupo de personas que se dedica durante su vida a cambiar de país de residencia para evitar tributar a las arcas estatales o la invención de un país de Timor del que informa su creador a través de teletipos de agencia. Muy curioso.

La obra, de 162 páginas, está disponible en una edición pdf y está integrada en cuatro partes, además del prólogo. En la primera, se alude al concepto de nación, así como a las herramientas y símbolos a partir de los que ésta se imaginó y vivió. De ahí que se hable de los mitos nacionales. La segunda aborda las experiencias de los segregacionistas de los siglos XIX y XX, la tercera parte explora las nuevas vidas e identidades transnacionales y cómo se definen en contraposición con asuntos vinculados a la nación y al segregacionismo clásico. Y, por último, en la cuarta parte se abre un escenario para la reflexión en torno a las nuevas identidades virtuales propias de la Red que han superado conceptos como nacionalidad.