El Papa condena el Holocausto y vuelve a pedir un Estado palestino en su despedida de Israel
Benedicto XVI se despidió ayer de Tierra Santa declarándose explícitamente “amigo de los israelíes y amigo del pueblo palestino”, y dirigiendo a ambos una conmovedora súplica final: “¡No mas derramamiento de sangre! ¡No más lucha! ¡No más terrorismo! ¡No más guerra!”. En el aeropuerto de Tel Aviv, el Papa volvió a condenar el negacionismo del Holocausto y a pedir la retirada del muro, “una de las cosas más tristes que he visto en estas tierras”.
Su discurso de despedida ante el presidente Simón Peres y el primer ministro Benjamín Netanyahu, incluyó un balance sereno de lo positivo y lo negativo, típico del estilo académico adquirido como profesor universitario durante un cuarto de siglo. Benedicto XVI afirmó que había tenido “discusiones fructíferas con las autoridades civiles, tanto en Israel como en los Territorios Palestinos, y he sido testigo del gran esfuerzo que ambos gobiernos realizan para asegurar el bienestar de la gente”.
El Papa comentó que “uno de los momentos mas solemnes de mi estancia en Israel fue la visita al Memorial del Holocausto en Yad Vashem, donde saludé a algunos de los supervivientes de la Shoah”.
Dirigiéndose al presidente Simón Peres, el Papa dijo que deseaba “dejar constancia explícita de que he venido a visitar este país como amigo de los israelíes, igual que soy un amigo del pueblo palestino”.
Tras unas últimas palabras de agradecimiento a todas las entidades y personas que han contribuido a la visita –más de cuarto de millón en un inmenso despliegue logístico a lo largo de cinco días- el Papa concluyó con las siguientes palabras: “A todos os digo: gracias, y que Dios os acompañe. ¡Shalom!”.
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