Desde que Belén Esteban anunció en el programa de Ana Rosa que se separa de su marido Fran, con el que apenas llevaba nueve meses como casada, los rumores de reconciliación han circulado sin que en ningún momento fueran a ser verdad. Fue en la revista «Lecturas» donde se dio buena cuenta de los motivos que habían distanciado a la pareja y las quejas de Belén hacia su familia política por no dejar que «su» Fran tuviera un negocio propio. Belén tropezaba en la misma piedra, pues ya en su día también dijo que Jesulín era algo así como un «huevón» (con otras palabras pero el mismo significado), al permitir que su padre Humberto manejara sus ahorros y hasta dirigiera su vida.

Con Fran, Belén ha topado con todo un hueso y esta vez no se va a encontrar con la horma de su zapato, pero sí con un hombre que no está dispuesto a entrar en su juego y una familia que no piensa tolerar que se hable de ellos como en su día se hizo con los Janeiro. Ni sus recientes lágrimas en «La Noria» ni sus visitas al bar de su esposo van a conseguir que las cosas cambien. Para colmo ya no tiene ni a Ana Rosa para que le haga de intermediaria, como cuando le buscó un vestido de novia ante el rechazo de varias firmas. Esta vez Belén vuela sola y así es como tendrá ahora que reaccionar ante los imprevistos que puedan surgirle. Colaboradora ya de las tardes de Jorge Javier en «Sálvame», Esteban anda más que nerviosa tras saber que «su» Fran ha firmado un comunicado que esta semana aparecerá en las revistas, donde explica los motivos de su separación matrimonial además de otras cosas. El camarero más conocido del mundo del corazón pretende acabar con las persecuciones y llamadas que recibe a diario, que le tientan con jugosas ofertas a cambio de que hable en los medios y cuente su vida junto a la madre de Andreíta. Nunca lo ha hecho y me huelo que no lo hará, pues por este comunicado no ha cobrado ni un sólo euro dado que su única idea es acabar con los rumores, recuperar su anonimato y seguir con su vida. Y es que aunque Belén deje entrever que aún hay posibilidad de arreglar las cosas en su casa, lo que me aseguran cercanos a Fran es que lo tiene muy claro, clarísimo, que sus días con Belén Esteban son ya historia del pasado. Vamos, que no vuelve ni por casualidad. Ya veremos.