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Rajoy abre la precampaña contra «el gran gastador que hipoteca el futuro»

Con la crisis económica por delante y el drama de los más de cuatro millones de españoles sin trabajo como ejes del guión de su campaña, el Partido Popular presentó ayer en sociedad a sus candidatos para las elecciones europeas del 7 de junio. Lo hizo con moral de victoria y un objetivo claro: demostrar el desgaste y las responsabilidades de Rodríguez Zapatero en la recesión en que está sumida España. Para Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno es «el gran gastador» del dinero de los contribuyentes, y hasta de los fondos que no hay, para hipotecar el futuro de la nación. Para el cabeza de lista, Jaime Mayor, «Zapatero es quien nos ha llevado a la más grave crisis, económica, política, social y moral que ha padecido España desde la Transición».

El PP eligió Guadalajara, circunscripción provincial de su «número dos» para las europeas -Luis de Grandes- y región de origen de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, para adelantarse al PSOE con su primer gran acto de la precampaña.

Pese al puente y el hecho de ser el primer domingo primaveral en la zona centro, los populares se atrevieron a celebrar un mitin en el teatro Buero Vallejo de la capital alcarreña, que casi llenan, donde hablaron, de la crisis y contra Zapatero, desde el alcalde de la ciudad, Antonio Román, hasta Teresa Jiménez Becerril, que se estrenó en su primer mitin como candidata del PP.

Intercambio de elogios

También fue un acto de cierre de filas interno, entre generaciones y entre entrantes y salientes en la lista europea, Y de cruces de elogios y manifestaciones de confianza, entre el presidente del partido y el cabeza de lista -«candidato de postín»-, entre ambos y con respecto al «número dos» -«valor seguro»- y de los tres con la debutante Jiménez Becerril. Mucha unidad después de la traumática elaboración de la lista con la salida a última hora de Gerardo Galeote por las acusaciones que le relacionan con el «caso Correa».

Mayor Oreja agradeció el apoyo y los sacrificios de todos, también de quien se quedó fuera para no perjudicar al partido. Rajoy prefirió dejar claro que «todos los que están, son».

El presidente del PP quiso resumir en cuatro frases la política económica del «gran gastador» Zapatero: «engaño a los españoles, anuncios constantes de falsos amaneceres, tiempo perdido e incapacidad para dar soluciones». Frente a ese panorama, Rajoy definió la candidatura de su partido para las europeas como «la de España» y la propia cita electoral de junio como un primer paso para lograr un cambio de Gobierno que sirva para «atajar la crisis y crear empleo».

Rajoy y Oreja insistieron en que para superar la recesión hay que convocar a los españoles a recuperar los valores de la austeridad, del esfuerzo, del trabajo bien hecho y del respeto a la vida y a la familia.

«Un país sin principios, sin valores y sin ideas claras es muy difícil que pueda mejorar en nada», remachó el presidente del PP. Rajoy recordó que su partido forma parte del PP europeo, que es también el de Merkel y el de Sarkozy».

El candidato europeo cosechó los mayores aplausos de los alcarreños al reclamar el derecho de los padres que sus hijos sean educados en español en todos los rincones de España y también cuando recordó que el PP tiene demostrado ya -por lo ocurrido en 1996-2000- que «sabe arreglar lo que otros estropean y dilapidan».

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