El desplante del PSOE a las instituciones madrileñas empaña el Dos de Mayo

Por primera vez en la historia, el Gobierno autonómico y el principal partido de la oposición celebraron por separado el día en que los madrileños consiguieron imponerse al poderoso ejército de Napoleón hace ahora 201 años. Una ruptura institucional que tardará en cicatrizar.

Esperanza Aguirre no se anduvo con remilgos a la hora de calificar el gesto de los socialistas. «Es un tremendo error. Un gran partido como el PSOE no se puede permitir tener en la región más importante de España un partido que se comporta como extraparlamentario». Sus palabras fueron refrendadas poco después por su «mano derecha» Ignacio González.

«De extrema gravedad»

El vicepresidente regional cargó contra el líder socialista madrileño, Tomás Gómez. «Ha cometido un error de extrema gravedad. Imagínese -comentó a ABC- qué dirían si el PP no acudiera a los homenajes del 12 de octubre por no estar de acuerdo con algunas decisiones de Rodríguez Zapatero».

A pesar del boicot socialista, la presidenta madrileña estuvo perfectamente arropada en la Real Casa de Correos. Mariano Rajoy, Manuel Fraga, Soraya Sáenz de Santamaría, Pío García Escudero, Manuel Pizarro, el portavoz del grupo popular en la Asamblea, David Pérez, los concejales Pedro Calvo y Alicia Moreno, los presidentes de la Cámara de Comercio y CEIM, Salvador Santos Campano y Arturo Fernández...

El morbo estuvo en la presencia -socialista- de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y la nueva delegada del Gobierno, Amparo Valcarce. Esta última comentó que el boicot del PSOE no le «había puesto en ningún aprieto» al tener que acudir a Sol. «Mi responsabilidad -dijo- es estar al lado de las instituciones, mostrando mi total colaboración. Para mí ha sido una satisfacción que mi primer acto oficial haya sido en la Real Casa de Correos».

La representación de Izquierda Unida fue completa: la portavoz regional, Inés Sabanés,el coordinador general, Gregorio Gordo, y el portavoz municipal, Ángel Pérez. Sabanés no quiso valorar el boicot del PSOE, aunque puntualizó: «Los actos institucionales no impiden la confrontación directa y rotunda con el Gobierno regional».

Plantón sindical

Pero la lista de ilustres socialistas que acudieron a Sol no acabó ahí. También se dejaron ver el ex presidente madrileño, Joaquín Leguina, el ex ministro Javier Sáenz de Cosculluela, el ex diputado Pedro Sabando o Margarita Robles, del CGPJ.

Quienes plantaron a la presidenta, y también al líder socialista en su fiesta alternativa, fueron los sindicatos: sus dirigentes no acudieron a ninguna de las celebraciones.

La convocada por el PSM estuvo muy concurrida: cerca de mil personas acompañaron a Tomás Gómez, líder de los socialistas madrileños, en su boicot institucional a Aguirre. Entre ellas, las ministras Trinidad Jiménez y Beatriz Corredor, senadores, varios diputados regionales, una decena de alcaldes madrileños, y hasta asesores del presidente Zapatero, como el ahora número 9 de la lista europea Enrique Guerrero. Todo una escenificación del apoyo del PSOE a su líder en Madrid.

Tomás Gómez justificó su ruptura con Aguirre por «el ninguneo a las instituciones y a los ayuntamientos no gobernados por el PP», a los que «se les niegan inversiones». El boicot sólo se romperá, dijo, «si se deja de ningunear al parlamento autonómico». Y remató: «Nadie puede monopolizar la representación de los madrileños».

Los portavoces socialistas en la Asamblea y el Ayuntamiento, Maru Menéndez y David Lucas, aseguraban que en Malasaña estaban «más a gusto» que en Sol.