MARTA MOREIRA
VALENCIA. In extremis, y contra todo pronóstico, el director estadounidense de origen francés Lorin Maazel anunció ayer que prolongará su contrato con la Orquesta de la Comunidad Valenciana durante las dos próximas temporadas. Según reconoció él mismo, la situación de abandono en la que se encontraba la formación titular del Palau de les Arts, sobre todo después de que las negociaciones con Riccardo Chailly no llegaran a buen puerto, ha precipitado la decisión, aun cuando hasta daba por imposible su continuidad en el teatro valenciano. «Estoy aquí totalmente por casualidad. Si me lo dicen hace dos días, no me lo creo», dijo.
El maestro, que durante las dos últimas semanas ha dirigido la reposición de «Turandot» en Valencia, comunicó el pasado mes de julio a la intendente Helga Schmidt que no prolongaría su estancia en Valencia más allá de la temporada 2008-2009. El festival de música de cámara que dirige en Castelton (Virginia) y su intención de centrarse en la composición le impedían dedicar a la Orquesta de la Comunidad Valenciana el tiempo que requería.
Ahora sin embargo, una vez finalizados sus compromisos con la Filarmónica de Nueva York, y a costa de sacrificar su faceta como compositor, Maazel continuará trabajando con la orquesta que él mismo fundó hace tres años. «He estado reflexionando desde que me di cuenta de que los músicos iban a seguir sin director -confesó-. Supe que se sentían solos, y decidí que no podía dejarlos sin guía ni protector».
El contrato firmado ayer establece que Maazel dirigirá dos títulos nuevos cada temporada, además de la reposición de una de las producciones propias del Palau de les Arts y varios conciertos sinfónicos. En total, realizará 24 funciones cada año, siete más de lo estipulado hasta el momento.
En cuanto a las condiciones económicas que sellan este acuerdo -sobre las que no se desveló ninguna cifra concreta- el maestro dijo haber aceptado una reducción «bastante importante y considerable» de sus honorarios de la primera etapa (que eran de cuatro millones y medio de euros por tres temporadas).
Los músicos de la orquesta recibieron ayer la noticia con sentimientos encontrados de alegría e inquietud, ya que si bien «sonamos con él mejor que con nadie», la mano dura del maestro es una importante fuente de presión para ellos.
