Últimamente, Paul McCreesh tiene acostumbrado al público español a verle en numerosos y muy variados registros, bien dirigiendo ópera en el Teatro Real -«Tamerlano», con Plácido Domingo la pasada temporada, o «Theodora», que presentará el próximo curso- o música sinfónico-coral en el Auditorio Nacional, como «War Requiem» de Britten, hace poco más de un mes.
Eso no le impide continuar con su labor al frente de la formación vocal Gabrieli Consort, fundada por él mismo en 1982, y cuyo repertorio se centra en la recuperación de músicas históricas. El director inglés y su formación presentarán el próximo 12 de abril en la Catedral de Cuenca, en el marco de la Semana de Música Religiosa, el disco «A Spotless Rose» (DG), que reúne partituras corales -interpretadas a capella- creadas en honor a la Virgen María. «Es difícil que el público me encasille en un repertorio, y este disco es una forma más de evitarlo», bromeó el director inglés durante la presentación a la prensa del disco, que abarca un periodo de creación de 600 años y por tanto también un espectro de estilos muy diferentes. «La espiritualidad trasciende las épocas, y un ejemplo de ello son dos de las partituras de este disco, una anónima del siglo XV y una composición de Thomas Ad_s (1971), ambas están basadas en un mismo texto», explicó.
McCreesh divide la grabación en cinco apartados: Invocación a la Virgen -con música de Tavener y Desprez-, la Anunciación -Stravinsky y Swayne-, la Natividad -Mouton, Howells y Ad_s-, la Crucifixión -Palestrina- y la visión como intermediaria entre los humano y lo divino -MacMillan, Grieg, Bax y Górecki-. «Es una forma de expresar cómo se ha explicado en música a la Virgen María a lo largo de la historia».
Tradiciones europeas
Asegura que lo que más le interesa de este repertorio «son las demandas técnicas, y descubrir la emoción que hay detrás de esta música, que mira más hacia el pasado que otras. Quizá tenga que ver con la verdad eterna». McCreesh, que bromea al firmar que «no soy ni un cura ni un filósofo», indica que lo que ha perseguido con este trabajo es realizar «una especie de «Libro de horas» medieval que nos lleve a la reflexión personal. El disco incluye una gran variedad de tradiciones europeas y muestra la evolución en el tramiento que se ha hecho del tema de la Virgen».
Grabado en 2007 en la Lady Chapelle de la Catedral de Ely (situado ochenta kilómetros al norte de Londres), -«un lugar inspirador, construido en el siglo XIV y que tiene una acústica maravillosa»-, el director inglés destaca el valor de espacios como éste frente a otros como los auditorios o los teatros. «En las catedrales se consigue un silencio y un respeto muy especial por parte del público, y además asiste toda la familia, que puede entrar, sentarse u optar por irse. Eso es todo un desafío». Son espacios que además benefician la interpretación de este tipo de repertorio. «Las voces necesitan la reverberación y la acústica de las catedrales».
Después de Cuenca, McCreesh y el Gabrieli Consort llevarán «A Spotless Rose» a Toledo (13), Jaén (14) y Granada (15), dentro del ciclo de Música Sacra en las Catedrales Españolas, que organiza la Fundación Caja Madrid.
