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«España debió consultar su retirada de Kosovo, porque la OTAN es cosa de todos»

«España debió consultar su retirada de Kosovo, porque la OTAN es cosa de todos»

El titular de Exteriores italiano, Franco Frattini, en vísperas del sexagésimo aniversario de la Alianza Atlántica, expresó a ABC su pesar por el anuncio español de retirar sus tropas de Kosovo, «una decisión que debieron consultar con sus socios».

- Un aniversario muy especial el de la OTAN. ¿En qué estado de salud se halla la Alianza?

-Así como el mundo ha cambiado, la OTAN también. Hoy el muro de Berlín es un recuerdo, la Unión Europea es fuerte con sus 27 socios, pero surgen ante nosotros amenazas nuevas que hace 60 años era inimaginables, como el terrorismo global. Es una amenaza que ha hecho cambiar la misión de la Alianza. Con éste y otros objetivos, la OTAN ha aumentado su presencia en teatros de crisis como Afganistán, y juega un papel fundamental en el futuro de Kosovo. Así como cambia el mundo, debe cambiar la OTAN.

-Diez años después de la guerra de Kosovo, ¿cuánto tiempo más deberán quedarse las tropas aliadas allí?

-El tiempo que sea necesario para superar las tensiones que todavía hay. Italia es el primer contingente en ese país, es nuestra responsabilidad superar las tensiones étnicas y religiosas, y los demás problemas, para lograr una transición pacífica. No es el momento de retirarse.

-¿Cómo valora entonces la reciente decisión española de retirar su contingente de Kosovo?

-Por desgracia la decisión ya la han tomado. Lo sentimos, lo único que esperamos es que la retirada sea de forma gradual. Y creo que una decisión de este tipo era importante que hubiera sido discutida previamente. Me gustaría saber por qué han adoptado esta medida. Si es porque creen que ya no hay problemas en la región, que nos lo digan porque somos los responsables en la zona en que están las tropas españolas. Si la salida obedeciese a cuestiones económicas lo entenderíamos, pero cuando se forma parte de una Alianza Atlántica que pide sacrificios, lo primero es respetar los compromisos y, además, dialogar.

-¿Va a enviar su país más soldados, policías o funcionarios civiles a Afganistán?

-Mandaremos más tropas permanentes hasta alcanzar los 2.800 hombres este mes de abril. Pero no es una cuestión del número de tropas, sino de la calidad de nuestro compromiso. Afganistán y Pakistán son las dos caras de una misma moneda, necesitan ayuda económica pero también política, para que sus instituciones sean más sólidas, recibiendo una mayor confianza desde el mundo.

-¿Cuándo sabremos si la Alianza Atlántica ha ganado en Afganistán y Pakistán a la insurgencia y los talibanes?

-La guerra la ganaremos cuando entreguemos las llaves del país a un gobierno afgano con suficientes garantías de estabilidad, como se hizo en Irak. Aquel fue el momento final de la guerra, aunque seguirá habiendo escaramuzas. Lo primero será asegurar que las elecciones sean un proceso libre, esa será una gran batalla ganada.

- ¿En qué medida supone el rearme anunciado por Rusia una amenaza para la Alianza Atlántica?

-Hay que dialogar con Moscú sobre desarme y defensa, dos argumentos que la OTAN y Rusia tienen que poner sobre la mesa. Nosotros conseguimos en 2002 la primera reunión bilateral entre EE.UU. y Rusia, con Bush y Putin. El mensaje claro hacia Rusia debe ser que la política del desarme continúa en pie por nuestra parte, y de este modo proseguirá el diálogo.

-Rusia quiere una nueva arquitectura de seguridad en Europa, con Estados Unidos pero sin la OTAN. ¿Propondría su gobierno que esta fuese una posibilidad a debatir?

-Nosotros creemos que esa arquitectura de seguridad no tiene que ser una alternativa a la OTAN. Creemos que ese proyecto hay que discutirlo con la condición que no sea alternativo a la Alianza Atlántica. Nosotros hemos pedido a Rusia que lo explique mejor. La solución pasará por discutir sobre los propios puntos de vista entre Rusia, la Unión Europea y Estados Unidos.

- ¿Quiénes son hoy los peores enemigos de la OTAN?

-El terrorismo. Las organizaciones terroristas que golpean en las áreas de crisis y que quieren hacerlo en todo el mundo. No es una amenaza nueva, surge con claridad desde el 11-S. Otra amenaza es la proliferación de armas nucleares de destrucción masiva. Y un desafío, no militar sino estratégico, es la colaboración de la OTAN con los países del Mediterráneo.

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