Faltan porteros en las discotecas y salas de fiesta de la región. Sobre todo, debidamente acreditados. Así lo atestiguan los resultados de los exámenes que se realizaron hace una semana en la Universidad Complutense a los que se presentaron 2.529 personas de las 2.631 inscritos. Una cifra de aspirantes que supone el 17,5% del total de los que en la actualidad ejercen esas funciones, según diversas fuentes del sector, que hablan de 15.000.
De ellos, el 63,5% ha superado todas las pruebas y el resto, el 36,5%, no lo ha hecho. O, dicho de otra manera, toda la región cuenta solo con 1.606 personas que reúnen todos los requisitos exigidos en el real decreto que aprobó el Gobierno regional para regular las condiciones en las que personal autorizado controle los accesos a las salas de ocio, copas y discotecas, a raíz de la muerte de Álvaro Ussía en el Balcón de Rosales.
El resto, es decir, los no aprobados o los que no se han presentado, se quedarán en la ilegalidad. Como se recordará, el examen que fue calificado de «fácil» por los aspirantes, constaba de dos ejercicios. El primero era una prueba de 50 preguntas tipo test basadas en la legislación aplicable en el control de accesos (Ley de espectáculos públicos, menores, Constitución, normativa de armas, extinción de incendios, etc.). Para realizarla se contó con 60 minutos y fue superada por la mayoría: 96,4%. Para aprobarla, se exigían 25 puntos, en base al cálculo de los aciertos menos la penalización por los errores.
La criba del psicotécnico
Algunas de las cuestiones que se plantearon eran, por ejemplo: «¿A qué hora debe cerrar un local con la calificación de café-espectáculo? o ¿Cuál es la edad mínima para acceder a un determinado establecimiento?».
La «criba» que provocó que muchos de los aspirantes no superaran el examen fue el test psicotécnico, aparentemente mucho más fácil. Sin embargo, fue el ejercicio más largo, encaminado a evaluar el nivel de agresividad, riesgo, desajuste emocional, estrés o capacidad de autocontrol del sujeto en situaciones de peligro. Se hicieron dos bloque de preguntas (de 45 y 147 cada uno) y el suspenso se situó en los extremos más alejados de la media.
Los aprobados tienen ahora un plazo de diez días hábiles para presentar la documentación que se les exige (certificado de penales y una declaración jurada de carecer de antecedentes en el extranjero). Acto seguido, la Academia de Policía Local expedirá las acreditaciones individuales que podrán recoger en sus instalaciones desde el próximo sábado, 4 de abril, (de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00). Al día siguiente, los porteros ya podrán llevar el carné en un lugar visible. En caso contrario el local podrá enfrentarse a multas de hasta 30.000 euros.
Fuentes de la Consejería de Presidencia se mostraron abiertos a realizar más convocatorias de exámenes -dos al año- cuando así lo requiera el sector. Indicaron también que no van a realizar una labor de acoso a los establecimientos, que seguirán sujetos a la labor inspectora habitual, a cargo de la Policía local, inspectores municipales o Guardia Civil y Policía Nacional.
¿Qué puede hacer una sala si no tiene personal titulado a partir del 5 de abril? Las mismas fuentes indicaron que podrían prescindir del portero, ya que ninguna normativa exige su existencia, si bien unas 2.500 bares, cafés-teatro, discotecas y salas de fiestas cuenta con esa figura.
Exigen una transición
Desde la Plataforma por la Calidad del Ocio Nocturno, su portavoz, Vicente Pizcueta, si bien se alegra «de que por fin se regule la función de los porteros», demandó «flexibilidad para ir negociando la aplicación de la normativa, un periodo de transición para tranquilidad del sector y garantizar los puestos de trabajo y más convocatorias».

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