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Cambreling, Hengelbrock y Heras, tres batutas de confianza de Mortier para el Real

Cuando todavía resuenan las polémicas declaraciones realizadas por el director musical del Teatro Real, Jesús López Cobos, durante la presentación de la programación de la próxima temporada, ABC ha podido conocer la terna de directores permanentes que le sustituirá cuando expire el contrato del director zamorano con el coliseo madrileño a finales de julio de 2010. Serán el francés Sylvain Cambreling, el alemán Thomas Hengelbrock y el joven español Pablo Heras.
El de Cambreling y el de Heras eran nombres que ya sonaban hace meses, desde prácticamente el fichaje de Gérard Mortier como nuevo director artístico -que relevará en el puesto a Antonio Moral-, y como gestor musical. Ésa es una de las novedades que incorpora el director belga: la sustitución de un director musical por varios, que dependerán de él. Un modelo que ya implantó cuando asumió la dirección de la Ópera de París. En un principio, optó allí por siete batutas que se fueron reduciendo con el tiempo. Aquí, ha apostado por tres directores, que como explicó en su día el presidente del Patronato del Teatro Real, Gregorio Marañón, se ocupará cada una de un repertorio, «el siglo XIX, la música contemporánea y el barroco».
Antes de esta decisión, y de que se contara con Gérard Mortier como sustituto de Moral, el modelo musical que perseguía el coliseo era muy distinto: «Un joven director de orquesta con experiencia para formar orquestas», dijo el mismo Marañón. Entonces, la principal baza del Real no era el director belga sino el francés Stephane Lissner, muy vinculado al director de orquesta británico Daniel Harding. Opción que se desvaneció con la renovación de Lissner en la Scala. Sobre el modelo de tres directores musicales, fue el propio López Cobos, quien mandó un «aviso para navegantes» hace unos días: «En Berlín no funcionó y hubo que cambiarlo».