Publicado Miércoles, 18-03-09 a las 22:11
La cárcel de San Quintín se podría poner a la venta. Algunos senadores de California se han dado cuenta de que, si como penal San Quintín es hoy en día un desastre, como valor inmobiliario es una perita en dulce. Tiene unas vistas fantásticas a la bahía de San Francisco que valen no menos de 2.000 millones de dólares en el mercado. ¿Para que las disfruten 5.300 presidiarios, incluidos 650 condenados a muerte? Ni hablar, con esta crisis.
Originalmente San Quintín se construyó frente al mar precisamente para fomentar la seguridad y el aislamiento de las instalaciones. Pero con el tiempo no sólo menudean las tiendas alrededor sino que a veces los surfistas se relajan a bien pocos metros del penal, denunciaba ayer The Wall Street Journal.
Por todo eso ya en tiempos de Ronald Reagan se empezó a hablar de cerrar la cárcel. Pero ha sido en tiempos de otro actor metido a político, el gobernador Arnold Schwarzenegger, cuando se ha decidido poner manos a la obra, y no tanto en términos de reforma carcelaria como en términos de presupuesto. California se salvó hace poco por un pelo de la bancarrota total. Y dista mucho de tener hoy en día sus finanzas estatales saneadas.
Sin embargo los promotores de la idea aún tienen que conseguir el pleno apoyo del gobernador, que este mismo mes de mayo planeaba gastar 356 millones para acondicionar el corredor de la muerte de San Quintín, actualmente muy superpoblado. Entre otras cosas porque la mayoría de los inquilinos se mueren de viejos o de muerte natural antes de agotar todos los recursos y apelaciones, otra razón para los que critican el “derroche” de esta cárcel.

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