María Pineda vive sus días más difíciles
Con optimismo y con un coraje que es la envidia de todos sus amigos es como la modelo María Pineda se enfrenta al cáncer de pulmón que le diagnosticaron días atrás en el Hospital de Madrid. Coincidí con María días antes en Chez Marian, y allí ya me habló de las pruebas que le estaban realizando a raiz de unos dolores de cabeza que le tenían de lo más preocupada. No se encontraba bien y algo barruntaba, puesto que anuló un viaje que tenía programado para una semana después a la India, donde tenía pensado colaborar en una organización benéfica.
Al principio pensó que se trataba de una neumonía, pero el diagnóstico fue más duro. Para colmo su madre murió hace años de un cáncer de pulmón, y eso es algo que también marca en una familia.
Por todo lo dicho es por lo que la actitud de María está siendo de admiración, y así lo cuentan todos los que la visitan y ven a diario que su habitación del hospital se ha convertido casi en uno de los puntos de moda de la capital. Por allí pasaron el lunes amigas como Ana García Obregón, Blanca Romero, Paquita Torres con su hija Estefanía Luyck y, por supuesto, su amigo y casi hermano Rubén Domínguez, que está volcado y entregado en hacerle las cosas más fáciles a su íntima amiga, y de ahí que María se mudará a su casa en cuanto salga del hospital, para tener todas las comodidades que Rubén quiere darle.
Esta semana ya ha comenzado el tratamiento de quimioterapia que será largo e intenso. Y para evitar escenas desagradables ha preferido recortarse su larga melena y ahora está monísima con su corte a los «garcon» y con una sonrisa que no cabe en esa cara.
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