Los equipos de rastreo creen que ya no se puede seguir buscando a Marta en el río
Los equipos que desde el pasado 14 de febrero buscan en el Guadalquivir el cuerpo de la joven Marta del Castillo tienen previsto abandonar definitivamente la búsqueda una vez que sus responsables han llegado a la convicción de que se ha hecho todo lo ... humanamente posible para localizar el cadáver. Los responsables de los distintos equipos tienen previsto reunirse hoy con el delegado del Gobierno, a quien trasladarán la imposibilidad material de conseguir algún avance tras los esfuerzos realizados durante más de un mes.
De hecho, los efectivos de búsqueda, que llegaron a sumar casi trescientas personas, comenzaron reducirse en número hace dos semanas con la retirada de Unidad Militar de Emergencia (UME), la caballería y los perros holandeses adiestrados. Entonces también se redujo el número y frecuencia de vuelos de los helicópteros de la Policía y la Guardia Civil.
El delegado del Gobierno ha afirmado en varias ocasiones que el dispositivo se mantendría mientras lo aconsejaran los técnicos, pero fuentes próximas a estos expertos han señalado que albergan pocas esperanzas de encontrar el cuerpo de Marta en el Guadalquivir, después de un mes recorriendo de manera exhaustiva sus 80 kilómetros entre Sevilla y Sanlúcar de Barrameda. Los técnicos consideran que se han movilizado todos los métodos de búsqueda y que las posibilidades están casi agotadas.
El operativo comenzó hace más de un mes, el pasado 14 de febrero, al día siguiente de la detención y confesión del presunto autor de la muerte de la joven, Miguel C.D., que declaró haber arrojado su cuerpo al río desde el conocido como «puente de Camas», una pasarela situada junto al Charco de la Pava, la noche del 24 de enero.
El último esfuerzo para localizar el cadáver de Marta y el cenicero con el que supuestamente fue golpeada en la cabeza se produjo el pasado fin de semana, cuando un rastrillo metálico, especialmente construido para esta labor, rastreó el río en las inmediaciones de lugar donde Miguel aseguró que habían arrojado el cuerpo. También entonces el resultado fue negativo, algo que ha extrañado a los investigadores, ya que si bien el cuerpo podría haberse movido con las mareas, se daba como seguro que un objeto pesado como el cenicero podía ser encontrado.
Pese a todos los esfuerzos, los equipos de rastreo no han encontrado rastro de la joven ni de la ropa que llevaba el día de su desaparición. En la actualidad sólo seguían en la zona los bomberos, Policía Nacional, Guardia Civil y Autoridad Portuaria de Sevilla.
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